Alberto II es entronizado monarca de Mónaco

Alberto Grimaldi, de 47 años, se convirtió ayer oficialmente en el príncipe Alberto II de Mónaco en un acto religioso celebrado en la catedral de la capital del pequeño Estado sobre el que ya reinaba como monarca desde la muerte de su padre, el príncipe Raniero, el pasado 6 de abril. La ceremonia de la coronación del 31º miembro de la dinastía que accede al trono, a la que se esperan delegaciones de todo el mundo y que se adivina rodeada de gran boato y espectacularidad, se celebrará el próximo 19 de noviembre.

La ceremonia de ayer consistió en una misa solemne oficiada por el arzobispo Bernard Barsi, seguida de un Te Deum a la que acudieron súbditos de Alberto II y algunos residentes en este paraíso fiscal del Mediterráneo de algo más de dos kilómetros cuadrados y que acoge a unos 6.000 nacionales y otros 30.000 residentes. Acabados los tres meses de luto oficial por la muerte de Raniero, las calles estaban engalanadas con banderas rojiblancas y la enseña del nuevo soberano: una doble A entrelazada y coronada.

El príncipe llegó a la catedral acompañado de su hermana Estefanía. Detrás de ellos venían su otra hermana, Carolina, y su esposo Ernesto de Hannover, y el resto de la familia Grimaldi. El arzobispo tuvo un recuerdo para los atentados de la semana pasada en Londres. "Las dificultades del mundo actual y los recientes atentados de Londres nos han mostrado la fragilidad de nuestras sociedades democráticas", dijo. "La carga que recae en las espaldas del príncipe Alberto es pesada y delicada", añadió.

El tema del terrorismo parece ser uno de los que más preocupan al príncipe. En la reciente Asamblea General del COI en Singapur, donde se decidió la sede de los Juegos Olímpicos de 2012, Alberto II protagonizó una inoportuna intervención señalando los problemas de terrorismo que afectan a Madrid y recordando la reciente explosión en el estadio de La Peineta. El lunes, en una entrevista en la primera cadena francesa, se limitó a explicar que su intención había sido "dar la oportunidad a los españoles" para que explicaran las medidas de seguridad que habían tomado ante la amenaza terrorista.