La Comisión inspecciona por sorpresa a Intel tras una denuncia por monopolio

Inspectores de la Comisión Europea irrumpieron ayer en diversas sedes de la compañía estadounidense de microprocesadores Intel y de fabricantes de ordenadores de ocho países de la UE en la búsqueda de pruebas sobre la acusación (abuso de posición dominante) que pesa sobre la marca americana.

Según la denuncia hecha por la firma competidora AMD (Advanced Micro Devices), Intel podría estar abusando de su posición dominante en el mercado de los microprocesadores (donde controla aproximadamente el 85% del total), obligando a los fabricantes de ordenadores a utilizar sus productos mediante técnicas comerciales contrarias a la leal competencia. Entre las oficinas inspeccionadas están incluidas las de Intel en Madrid.

Esta práctica de acometer una investigación sin previo aviso es habitual en los servicios de Competencia de la CE, que la considera la única forma de obtener pruebas de que se están desarrollando prácticas comerciales no permitidas en la UE.

Entre esas prácticas, está la de ofrecer descuentos a los fabricantes para que utilicen el producto propio y la amenaza de dejar fuera del mercado a la competencia y también a los fabricantes que deseen optar por otro fabricante de microprocesadores. Son medidas "coercitivas", según las califica AMD, que ha presentado denuncias parecidas este mismo mes en Japón y en EE UU.

Este tipo de inspecciones de la Comisión Europea se hacen habitualmente con la ayuda de agentes de los países involucrados, y en este caso fue una "inspección salvaje" en busca de pruebas tras una investigación que ya se inició en Europa en el año 2001 y que, como explica uno de los directivos de AMD en Bruselas, Jens Drews, ha contado también con 11 escritos remitidos el verano pasado a la Comisión por parte de diversos fabricantes de ordenadores quejándose de las prácticas de Intel Corporation.