Una fundación canalizará los trabajos del nuevo diccionario histórico
La inacabada 'Historia de la lengua española', de Menéndez Pidal, aparece en dos tomos
El director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, firmó ayer ante notario la constitución de la Fundación Instituto de Investigación Rafael Lapesa, que canalizará los trabajos del Nuevo diccionario histórico de la lengua española que prepara la RAE. La obra tardará unos quince años en elaborarse y será financiada en buena medida con fondos estatales, a razón de 1,2 millones de euros al año. La Academia presentó ayer la Historia de la lengua española, de Ramón Menéndez Pidal, una obra que el gran filólogo dejó inconclusa.
Al finalizar ayer la presentación de la Historia de la lengua española, de Menéndez Pidal, García de la Concha comentó que desde hace tiempo que la Academia tiene claro que había que crear "una entidad independiente" dedicada a la elaboración del diccionario histórico que, en su primera fase, ofrecerá la historia de "las 50.000 palabras nucleares del español". Ése será el cometido de la Fundación Instituto de Investigación Rafael Lapesa, que, así, llevará el timón de un proyecto que cuenta con el apoyo expreso del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Una obra de la envergadura del diccionario histórico, que comenzará a elaborarse en 2006, precisa de medios informáticos avanzados, y la Academia ya cuenta con ellos, algo que no ocurría en las etapas anteriores en que se puso en marcha el proyecto.
El banco de datos del español que tiene la Academia supera ya los 450 millones de registros y será un elemento imprescindible para ese diccionario que, "por respeto al anterior" y porque su planteamiento "es distinto", se llamará Nuevo diccionario histórico de la lengua española (NDHLE).
El apoyo al Gobierno lo solicitaron hace años Rafael Lapesa y Pedro Laín cuando Javier Solana era ministro de Educación, y Jorge Semprún, de Cultura. La petición de la Academia no pudo ser atendida entonces "y ahí quedó dormido el proyecto", dijo García de la Concha. Las gestiones realizadas por la filóloga Violeta Demonte, actual directora general de Investigación, ante los máximos responsables del Ministerio de Educación, y las efectuadas por la Academia en Presidencia del Gobierno dieron como fruto el respaldo gubernamental, imprescindible para garantizar la viabilidad del proyecto.
La fundación que se constituyó ayer da al proyecto "un carácter autónomo", y el nombre que se le ha dado "quiere indicar continuidad de trabajo y evidenciar que cogemos la antorcha y seguimos adelante con el proyecto".
La Historia de la lengua española, de Menéndez Pidal, se publica en dos volúmenes y ha sido coeditada por la Fundación Ramón Menéndez Pidal y la Academia, con el patrocinio de la Fundación Areces. El primer tomo tiene 1.365 páginas y contiene los capítulos que empezó a elaborar su autor, que sólo pudo llegar hasta el siglo XVIII. En el segundo, de 749 páginas, se incluye un estudio de Menéndez Pidal sobre la evolución de la lengua, y una historia del libro, escrita por Diego Catalán, nieto y discípulo del filólogo e historiador y responsable de que el libro se rescate ahora después de años de investigación sobre los textos originales.
El académico Manuel Seco destacó ayer la importancia de Menéndez Pidal para la filología española: "Introdujo la modernidad y creó escuela", dijo. Y expresó su deseo de que la Historia de la lengua española sirva para que "los jóvenes filólogos vuelvan su mirada hacia ese campo y mediten sobre la lengua desde una perspectiva diacrónica".
El filólogo Pérez Pascual aportó algunos detalles sobre la larga andadura de este proyecto, que su autor "empezó a acariciar en los albores del siglo XX" y para el que fue acumulando a lo largo de años "infinidad de datos en forma de sus conocidas papeletas". Cuando estalló la Guerra Civil tenía ya preparada una treintena de ficheros.
El académico José Manuel Sánchez Ron destacó la influencia decisiva que en esta obra tuvo la historia política de España desde 1930 hasta 1960, "unas décadas preñadas de violencia, intransigencia y dolor", donde "se destrozó mucho de lo que lenta y trabajosamente se había construido en el primer tercio del siglo XX". En la presentación intervino también el secretario de la Fundación Ramón Menéndez Pidal, José Manuel Pérez-Prendes, y asistió el académico Luis Ángel Rojo en representación de la Fundación Areces.
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