Caos momentáneo

Los mercados de valores europeos volvieron a sufrir una oleada de pánico ante la venta indiscriminada de títulos por parte de unos inversores que no supieron concebir otra reacción ante los brutales atentados terroristas de Londres.

La reacción en todas las bolsas europeas fue inmediata, con caídas del 4,41% en el Ibex 35, del 4,46% en París, del 3,70% en Francfort y del 3,97% en Londres, aunque las ventas fueron perdiendo intensidad poco a poco ante la repentina capacidad de absorción de papel que mostraron todos los mercados.

En el momento del cierre, la Bolsa española perdía el 1,91% en el índice de los 35 valores más importantes, mientras que el de empresas medianas bajaba el 1,26%, y el de las pequeñas, el 0,89%. Los otros índices selectivos de Europa también redujeron sus pérdidas al cierre y el CAC 40 de París bajó el 1,39%, el DAX de Francfort cedió el 1,85% y el FT 100 de Londres bajó el 1,36%.

Una de las consecuencias de los bruscos altibajos de las bolsas fue el incremento del volumen negociado, que pocos observadores achacaban a la caza de gangas, por no ser ésta una actividad habitual en momentos de crisis importantes. En el mercado continuo se negociaron 6.310,88 millones de euros, una de las cifras más altas de este ejercicio, con 5.132,47 millones contratados en operaciones abiertas, que ayer fueron las que tuvieron que soportar toda la carga emocional de la sesión.

La apertura de Wall Street se esperaba con cierta confianza tras constatar los inversores la presencia de dinero en determinados niveles. El Dow Jones bajó el 0,93% nada más abrirse la sesión, para pasar poco después a ceder el 0,22%, nivel que mantenía a media sesión.

Una de las sorpresas de esta jornada estuvo en el inesperado descenso del precio del petróleo, de más de dos dólares el barril en algunos momentos, lo que contribuyó a aliviar algo la presión sobre las bolsas.