Muebles, maquetas, fotos y planos de Breuer ilustran la modernidad de su proceso creativo
La Fundación Barrié de la Maza de A Coruña acoge una retrospectiva del artista
La Fundación Barrié de la Maza de A Coruña acoge desde hoy la primera exposición retrospectiva en España del arquitecto y diseñador húngaro Marcel Breuer (1902-1981), una de las figuras más influyentes en la arquitectura del siglo XX que ha pasado a la historia por obras tan importantes como el Whitney Museum de Nueva York o los diseños del famoso sillón de tubo de acero Wassily y del taburete Bauhaus. La exposición, organizada por el Vitra Design Museum de Weil Am Rheim (Alemania), permanecerá en A Coruña hasta el próximo 16 de octubre.
Mostró su versatilidad al afrontar los problemas de edificios tan dispares como una iglesia, un museo o una universidad
A lo largo del recorrido por la muestra se podrán ver un total de 53 piezas de mobiliario diseñadas por Breuer, que permitirán seguir su evolución desde sus inicios con muebles de madera maciza, hasta las piezas de acero tubular que le dieron fama mundial y los diseños en aluminio y madera contrachapada que realizó posteriormente.
Breuer fue un niño prodigio que pasó en pocos años de ser alumno de la Bauhaus a convertirse en uno de los diseñadores de muebles e interioristas más notables de la vanguardia europea. En la última etapa de su carrera también alcanzó el reconocimiento como arquitecto que la importancia de su obra merecía.
En 1925, cuando contaba tan sólo 23 años, Breuer consiguió la revolucionaria creación del mueble de tubo de acero que se considera como su principal aportación a la historia del diseño. Dos años después, el diseñador creó su propia empresa (Standard-Möbel) para fabricar sus propios diseños en serie.
En 1928, Breuer dejó la Bauhaus, junto con Walter Gropius, Bayer y Moholy-Nagy, y abrió su propio estudio de arquitectura en Berlín, donde se dedicará sobre todo a la decoración de viviendas, el diseño de muebles y de exposiciones. A través de dibujos, catálogos de muebles y numeroso material fotográfico se puede acceder a una amplia gama de la obra como diseñador del arquitecto húngaro.
Antes de emigrar a Estados Unidos, en 1937, Breuer ya inició en Europa su carrera como arquitecto, que cobraría mayor impulso en la década de los cuarenta, tras el paréntesis que supuso la II Guerra Mundial. En la exposición se exhiben maquetas de las casas unifamiliares que diseñó en su estudio de Nueva York. Los diseños nos descubren a un arquitecto que apuesta por las formas casi minimalistas, pero prestando siempre atención a la comodidad de sus ocupantes. Aún hoy día sus casas tienen una modernidad sorprendente y viviendas similares se siguen construyendo en ciudades de todo el mundo.
Como era lógico en la evolución de su obra, en los últimos 30 años de su carrera Breuer afrontó la realización de grandes proyectos arquitectónicos. En esta nueva faceta en su trabajo, el arquitecto húngaro se caracterizó por el uso escultural del hormigón, un material que apreciaba especialmente por contar al mismo tiempo con plasticidad y solidez. Mostró su versatilidad al saber afrontar los problemas de espacio que generan edificios tan dispares como una iglesia, un museo o la sede de una universidad. Aunque sean construcciones con necesidades muy distintas, Breuer supo imprimir su sello en cada una de ellas y convertirlas en piezas únicas, de gran influencia en la arquitectura posterior.
Las 12 maquetas especialmente realizadas para la exposición, junto con las fotografías y planos que se exhiben, permiten seguir todo el proceso creativo de edificios tan emblemáticos como el Whitney Museum de Nueva York (1964-1966), las casas Breuer I y II o sus espectaculares iglesias.
La última parte de la retrospectiva muestra, bajo el título de Motivos, aquellos elementos del vocabulario creativo de Breuer que pueden interpretarse como factores de unión entre el diseño de muebles y el de edificios. El gran interés de Breuer por las texturas de sus piezas de mobiliario parece un precedente obvio de la atención con la que cuidó también este aspecto en las fachadas de sus edificios. Otro ejemplo es el motivo del voladizo, que ya aparece en sus primeros diseños de muebles para repetirse posteriormente en su obra arquitectónica.
En la rueda de prensa de presentación de la exposición, la directora de la Fundación Barrié de la Maza, Marta Rey García, destacó la figura de Marcel Breuer como un ejemplo perfecto del paso de la simplicidad a la monumentalidad, y aludió a la modernidad de sus diseños pese a que fueron realizados hace más de 50 años.
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