El presidente de la comision del 11-M pide evitar las investigaciones paralelas al juez

El presidente de la comisión del 11-M, Paulino Rivero, abogó ayer por que las futuras investigaciones parlamentarias no coincidan en el tiempo con la instrucción del caso por parte del juez, para evitar interferencias en el trabajo de ambos.

En su opinión, "es muy difícil trabajar paralelamente" cuando existe un clima de "tensión y confrontación" como el que presidió el "entorno" de la comisión del 11-M desde el primer día, por las discrepancias entre PSOE y PP.

Recomendó también más "flexibilidad" al fijar las comparecencias solicitadas por cada grupo, para que esta cuestión no pueda ser esgrimida como excusa para desprestigiar la comisión. A su juicio, si se hubieran aceptado los interrogatorios que reclamaba el PP, salvo los imputados, se habrían "quitado argumentos a quienes se han dedicado a descalificar los trabajos que se han llevado a cabo". No obstante, expresó su certeza de que más testimonios no habrían "aportado nada novedoso respecto a las conclusiones finales".

Rivero se mostró de acuerdo con el final de la comisión del 11-M y subrayó que las dudas que han podido quedar pendientes tienen que ser resueltas en otro ámbito distinto al Parlamento. "Estoy convencido que el PP sabe que los interrogantes que están abiertos tendrán que ser despejados como fruto del trabajo judicial y policial. La comisión ha hecho la tarea que le correspondía", dijo.

Apuntó que si de las averiguaciones del juez o de la policía hubiera algún asunto que afectara "a la parte más política" del 11-M, siempre cabría la opción de plantear nuevas iniciativas en el Congreso, aunque no llegó a hablar de la reapertura de la comisión.

Dictamen "razonable"

Tras mantener una postura neutral durante el tiempo que duró la investigación por su función de presidente, Rivero votó a favor del dictamen final, aprobado por el Pleno del Congreso el pasado jueves con el apoyo de todos los grupos, salvo el PP.

Para el diputado de Coalición Canaria, el documento que resume lo ocurrido antes y después del 11-M es "razonable", porque no persigue "cebarse con nadie", y "equilibrado", ya que "desaparecieron algunas cuestiones que no eran justas con respecto al anterior Gobierno". El dictamen concluyó que el Ejecutivo de Aznar descuidó la seguridad ante la amenaza del terrorismo islamista y manipuló la información sobre la autoría de la matanza por interés electoral. Rivero opina que el tiempo demostrará que este texto se acerca, "no a la verdad absoluta, pero sí a la realidad de los acontecimientos".

El presidente de la comisión del 11-M hizo un llamamiento a PSOE y PP para que sean "generosos" y accedan a que haya un solo pacto antiterrorista que supere el que tienen firmado contra ETA. Según él, sería una "torpeza política" no atender esta demanda, compartida por todos los grupos minoritarios, cuando hay una voluntad unánime para fortalecer la unidad contra el terrorismo.