El triunfalismo oficial tras las prerregatas de la Copa del América tropieza con la realidad

Los hoteles se habían llenado, los restaurantes de lujo habían hecho su agosto en el mes de junio, los turistas en Valencia habían gastado de forma importante. Los actos IV y V de las regatas previas de la Copa del América concluyeron hoy hace 7 días y al Consell le faltó tiempo para celebrar los "magníficos" resultados. Pero la satisfacción no se sostiene por ningún lado. No hay datos, ni un estudio mínimamente solvente del impacto económico. Y los pocos que existen apenas registran un alza en la ocupación hotelera de 4 puntos respecto de las prerregatas de 2004.

El jueves, la consejera de Turismo, Milagrosa Martínez, aseguró que la ocupación en la ciudad de Valencia entre el 16 y el 26 de junio había sido del 77%, cuatro puntos más que en las prerregatas de octubre. Los periodistas le preguntaron cuánto había variado respecto a la misma fecha de junio de 2004. La consejera dijo desconocer ese detalle. Martínez ofreció después el avance de una encuenta realizada entre los turistas por la consultora GFK. La encuesta, cuyos resultados se darán a conocer "antes de un mes", se basa en 400 entrevistas. El avance, en 200.

Según ese sondeo, los turistas gastaron 538 euros de media durante toda su estancia en Valencia. Una periodista extranjera hizo notar que la cantidad, para un arco de entre ocho y diez días, resultaba pobre. Sobre todo teniendo en cuenta el carácter de "turismo de alto nivel" ligado a la Copa del América que se había venido anunciando.

La respuesta de la consejera fue poco satisfactoria. Señaló, primero, que los 538 euros no incluían el precio de los hoteles, y luego recordó que no todos habían dormido en un hotel. Los propios datos de su encuesta indicaban que sólo el 52% había elegido este tipo de establecimientos, pero no decían nada sobre dónde lo habían hecho los demás.

Entre los 200 turistas entrevistados, añadió Milagrosa, había un 63% de españoles -madrileños, de otros puntos de la Comunidad Valenciana, catalanes y andaluces, por ese orden- y un 37% de extranjeros: italianos, alemanes, británicos, suizos y australianos, citó la consejera.

Hasta aquí los datos oficiales, o su ausencia.

La lectura que hacen los responsables de varias asociaciones vinculadas al turismo y los encargados y directores de varios restaurantes y hoteles de nivel alto varían según acepten o no que aparezca su nombre. La sensación general en el segundo caso es de decepción. No tanto porque las prerregatas hayan resultado un fracaso en términos turísticos como porque no se han cumplido las expectativas que se habían formado.

"Nos habían dicho que iba a ser impresionante, que lo coparían todo y que eran personas que arrasaban con lo mejor de las bodegas. Y no ha sido así", afirma el dueño de un restaurante de lujo. El encargado de otro asegura que la Copa del América se ha notado "en una, como mucho dos mesas al día", y que, salvo alguna excepción, el gasto de este tipo de turista ha sido más bien moderado.

Los restauradores y el dirigente de una asociación señalan que la situación puede explicarse en parte por la costumbre de los dueños de los megayates de centralizar en las propias embarcaciones las fiestas y las cenas más glamourosas.

El gerente de la Unión Hotelera de la provincia de Valencia, Luis Martí, admite, después de destacar "la valoración optimista y positiva" de las prerregatas, que a estas alturas, "más que esperar, deseamos" que el negocio vaya a más en la siguiente cita, prevista para 2006, pero sin hacerse "ilusiones". Y reconoce que hoy no hay datos, sino "tendencias" sobre su efecto económico.

Las asociaciones hoteleras constatan también que el efecto de la Copa de América es importante en las zonas más cercanas al puerto y se diluye, en los actos que se han realizado hasta ahora, a medida que se avanza hacia el centro de la ciudad.

En el primer caso se encuentra el hotel Neptuno, ubicado frente al puerto. El director gerente, José Miguel Bielsa, no oculta su satisfacción. Durante las prerregatas, la ocupación no bajó del 90%. El precio de una habitación doble, en torno a 120 euros "en otros momentos", alcanzó los 225.

"Lo importante por ahora", asegura el director de una asociación, "es que el nombre de Valencia está en todo el mundo. ¿Y cuánto costaría una campaña así? Lo que tenemos que hacer es aprovechar la publicidad del evento y las obras que se vayan a hacer para después de 2007".