Un educador viajará en el autobús Bilbao-Loiu para evitar ataques

La Diputación de Vizcaya ha decidido que un educador social viaje en la línea de Bizkaibus donde se produjo la última agresión a un conductor. El empleado irá a diario en el trayecto Bilbao-Loiu, en el viaje con el que concluye la jornada. Por su parte, los comités de las cinco empresas que prestan el servicio de autobuses en Vizcaya elaborarán un estudio sobre la seguridad de los conductores.

Dos agresiones en sólo dos días -el lunes y el miércoles pasado- y otro intento de ataque, el pasado sábado, han sembrado la alarma entre los chóferes de los autobuses públicos de Vizcaya, utilizados a diario por más de 175.000 usuarios. El conductor atacado el lunes, que recibió varios navajazos, sigue hospitalizado y el chófer agredido a golpes el miércoles en Sestao permanecerá 15 días de baja.

Este último incidente estuvo protagonizado por varios menores de origen magrebí que estaban internados en el centro para inmigrantes de Loiu y que lo han abandonado, según ha confirmado la Diputación. El área foral de Acción Social tenía un educador social en el último recorrido de la línea Bilbao-Loiu todos los sábados por la noche, que es cuando se preveía que había más problemas. Un portavoz foral confirmó ayer que a partir de ahora el educador irá en ese último recorrido todos los días "hasta el final de verano". "Pensábamos que el sábado era el día más conflictivo, pero ahora, con la llegada del verano, parece que no es el único", señaló.

Mientras, los comités de empresa de las cinco compañías encargadas del servicio público de autobús en Vizcaya (TCSA, Pesa, Vascongada de Autobuses, Encartaciones y Autobuses de Lujua) anunciaron que van a realizar un estudio profundo sobre la protección de los trabajadores, que se presentará a la Diputación a lo largo del verano. El comité de Autobuses de Lujua, al que pertenece el último chófer agredido, lo tendrá disponible para finales de julio, cuando está prevista una reunión con el diputado foral de Obras y Transportes.

Este asunto volvió ayer a provocar la reacción de los partidos vizcaínos de la oposición. El PSE formuló en las Juntas Generales una propuesta para que se instalen cabinas protectoras y que se elabore un plan específico de seguridad en Bizkaibus. El PP presentó otras dos iniciativas de similar línea. LAB también defendió las cabinas y se opuso a colocar videocámaras en los autocares.