El líder sindical de Volkswagen dimite por un presunto caso de corrupción

El presidente del comité de empresa de Volkswagen, Klaus Volkert, presentó ayer su dimisión, lo que generó una marea de interpretaciones sobre un presunto caso de corrupción detrás de este hecho. Varios medios alemanes, entre ellos Frankfurter Allgemeine Zeitung y Spiegel Online, relacionaron la dimisión con un escándalo de sobornos en la filial checa Skoda.

"No soy culpable de ninguna acción criminal", declaró el máximo representante de los trabajadores en Volkswagen, que anunció su marcha cinco meses antes de lo previsto. Volkert dijo haberse retirado "a sabiendas de que habrá una discusión pública en torno a supuestas irregularidades".

Según la revista Wirtschaftswoche, entre los conocedores del asunto se podría encontrar el canciller alemán, Gerhard Schröder, miembro del consejo de vigilancia de Volkswagen cuando era jefe de Gobierno del Estado de Baja Sajonia, principal accionista de la compañía. El portavoz del Gobierno alemán, Béla Anda, se apresuró a desmentir la información.

Wirtschaftswoche aseguró que la dimisión de Volkert no es más que "la punta del iceberg" de una trama de sobornos de proveedores que hizo dimitir el ex jefe de personal de Skoda, Helmuth Schuster.

La revista sostuvo que también el jefe de personal de Volkswagen, Peter Hartz, está a punto de abandonar, algo que desmintió la empresa. Hartz se popularizó en Alemania hace tres años por esbozar por encargo del canciller una reforma laboral que tomó su nombre.

El presidente de Volkswagen, Bernd Pischetsrieder, prometió un "esclarecimiento sin lagunas" y dijo que la empresa acudió "hace unos días" a la fiscalía de Braunschweig para que "siga investigando los indicios que le constan a la empresa".