Vallès desmiente a Maragall en la concesión de permisos a presos

La estadísticia oficial de la Generalitat que ayer difundió el consejero de Justicia, Josep Maria Vallès, contradice y desmiente las afirmaciones realizadas el miércoles por el presidente catalán, Pasqual Maragall, cuando aseguró que la masificación de las cárceles obligaba a la Administración a "dar más permisos de los que se querrían dar" y que, de esa manera, se incrementaba la inseguridad ciudadana.

Las cifras del Departamento de Justicia revelan que tanto en términos absolutos como relativos, los permisos concedidos a presos por la Generalitat han disminuido durante el primer semestre de este año el 9,6% respecto al mismo periodo del año anterior: 34.661 frente a 31.322.

La reducción, además, afecta a los cinco tipos de los que puede disfrutar un preso condenado, cuatro de los cuales los concede de forma discrecional la Administración penitenciaria. Sólo en el caso de los permisos superiores a dos días e inferiores a una semana es el juez de vigilancia penitenciaria quien los otorga y casi siempre suele ser si existe el informe previo de la junta de tratamiento de la prisión.

Los permisos más numerosos concedidos por la Generalitat fueron los de fin de semana (22.550 en el primer semestre del año pasado y 20.962 en el de este año), seguidos de los permisos ordinarios, también de fin de semana, que se conceden a los reclusos que están en régimen de tercer grado. Esta condición permite al preso pasar el día fuera de la cárcel e ir únicamente a dormir de lunes a jueves, pero si disfruta de permiso puede pernoctar en libertad viernes, sábado y domingo. Ese tipo de beneficio también se redujo, el 8,2%, y pasó de 7.243 a 6.651.

El consejero Vallès declinó ayer realizar cualquier comentario sobre el hecho de que la estadística que facilitaba su departamento suponía un desmentido claro de las palabras del presidente de la Generalitat y se limitó a explicar que "todos los permisos otorgados en Cataluña se ajustan a la normativa vigente".

Pese a la discreción y la prudencia del consejero de Justicia, la nota informativa difundida por su departamento sí recuerda que la tendencia a la baja en la concesión de permisos es, si cabe, más acusada en términos relativos, porque la población reclusa no para de aumentar. Si en el primer semestre del año anterior eran 7.885 presos, este año son ya 8.295. Es decir, el 5,2% más.

El calor y la cárcel

Antes de que se conociera esta estadística oficial que desmiente las afirmaciones de Pasqual Maragall, el portavoz parlamentario de ICV-EUiA, Joan Boada, defendió que se flexibilice el criterio para conceder permisos penitenciarios a los presos sólo durante el verano por una cuestión de "salud", puesto que en esta época hace "mucho calor" y algunas de las prisiones catalanas están "muy saturadas". Por el contrario, la consejera de Interior, Montserrat Tura, tampoco secundó las reflexiones de Maragall y aseguró: "No tengo las cifras aquí, pero yo diría que no se ha producido un incremento significativo" de la inseguridad ciudadana.

La ley penitenciaria permite también conceder permisos extraordinarios de hasta 24 horas por motivos muy especiales, como la visita a un familiar hospitalizado o la asistencia a un entierro. Esas excarcelaciones, que suelen ir acompañadas de custodia policial, también se han reducido de forma considerable y han pasado de 942 a 420.

Lo mismo ha ocurrido con los permisos de menos de 48 horas que también concede la Administración: han pasado 1.262 en el primer semestre de 2004 a 1.115 este año.