Los zapatistas intentan emprender una nueva etapa de lucha política en México

El subcomandante Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), dejó entrever en un breve comunicado que la guerrilla surgida en el Estado de Chiapas (sur de México) podría decir adiós a las armas. En su texto, Marcos dice que las comunidades indígenas que lo apoyan han respaldado una "nueva iniciativa política de carácter nacional e internacional", que en los próximos días hará pública. El EZLN decidió romper con su concepción de organización guerrillera centrada únicamente en la defensa y los derechos de los pueblos indios de México.

A la vez "jefe supremo" del alzamiento indígena zapatista, Marcos anunció el levantamiento de la alerta roja (militarización de las actividades en la comunidades), mientras que al cuartel de San Cristóbal de las Casas llegaron unos mil soldados, lo que creó inquietud en la zona.

La alerta rebelde se estableció el pasado 19 de junio y creó una ola de incertidumbre, pues el subcomandante habló en uno de sus clásicos comunicados de nuevas acciones que conllevarían el riesgo de perder "lo ganado" para los zapatistas. Ante la tremenda confusión que causó, debió salir al paso y aclarar que las acciones no tenían nada que ver con un retorno a las acciones bélicas.

El EZLN irrumpió en la escena política mexicana el 1 de enero de 1994, el mismo día en que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá. Sus dirigentes proceden de las Fuerzas de Liberación Nacional, un grupo armado surgido en los años setenta en el norte del país. El enfrentamiento con el Ejército duró 12 días, hasta que el Gobierno declaró el alto el fuego.

Ahora, en un nuevo mensaje enviado "desde las montañas del sureste mexicano", precisamente cuando han arreciado las versiones de que él vive prácticamente siempre en la Ciudad de México, Marcos explicó que la "comandancia indígena revolucionaria" determinó "consultar a decenas de miles de bases de apoyo".

En el punto quinto de los siete de que consta el comunicado, el subcomandante señaló que el "EZLN emprenderá una nueva iniciativa política de carácter nacional e internacional" y en el siguiente explicó que la comandancia general de la guerrilla "hará públicos, en los próximos días, una serie de textos que forman parte de la llamada Sexta Declaración de la Selva Lacandona". La primera declaración zapatista fue el documento en el cual declararon la guerra al Gobierno mexicano, que todavía está vigente.

El subcomandante Marcos apenas descorrió el telón sobre lo que será la nueva aventura de los zapatistas, pero en sus recientes textos ha dejado ver que el movimiento indígena estaría dispuesto a ensanchar su campo de acción, sobre todo después de que él, como portavoz único del EZLN, ha arrasado con sus críticas a todos los partidos políticos. Incluso ha golpeado severamente al alcalde izquierdista de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, y a su formación, el Partido de la Revolución Democrática.

Sin explicar la razón, el líder de los zapatistas aclaró que en las juntas, asambleas y debates celebrados en las comunidades "participaron sólo hombres y mujeres, 100% indígenas y 100% mexicanos, mayores de edad, bases de apoyo del EZLN, que escucharon los informes de la dirección zapatista, así como el análisis de la situación nacional y la propuesta de un nuevo paso en la lucha".

En los cónclaves, para cuya realización se cerraron los Caracoles, centros de acción y decisión política civil del EZLN, "después de analizar y discutir las ventajas y desventajas, los peligros y los riesgos, todos y todas se manifestaron, con voto individual y libre, sobre la propuesta".

Aun cuando Marcos y su comandancia general no participan en elecciones y son reacios a cuestiones de encuestas y porcentajes, en esta ocasión dieron a conocer: "Como resultado tenemos que más del 98% aprobó el nuevo paso, y menos del 2% decidió no apoyar la propuesta".

En la Cuarta Declaración de la Selva Lacandona, Marcos fundó el Frente Zapatista de Liberación Nacional, que intentó ser el brazo político de la guerrilla, pero que terminó en fracaso. En junio de 1998, el subcomandante señaló que se trataba de crear una "organización civil y pacífica, independiente y democrática, mexicana y nacional, que luche por la democracia, la libertad y la justicia en México".