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La derecha francesa propone cerrar la puerta de la UE a Turquía

Villepin llama a consultas al Frente Nacional ante las quejas socialistas

Nicolas Sarkozy, ministro del Interior y número dos del Gobierno francés, volvió a insistir ayer en que la UE cierre sus puertas a Turquía y a otros países, con la sola excepción de Rumania y Bulgaria. Sarkozy, en su condición de presidente del partido gubernamental, fue recibido por el primer ministro Dominique de Villepin como parte de las consultas sobre el futuro del proceso europeo tras el no francés al Tratado Constitucional, y la ocasión se convirtió en un acercamiento de los conservadores al Frente Nacional (FN).

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"Hay que suspender la ampliación, al menos mientras las instituciones no hayan sido renovadas", dijo Sarkozy tras entrevistarse con Villepin. "Europa debe tener fronteras", sentenció. Según el líder de la gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP), el claro no de los franceses a la Constitución Europea el pasado 29 de mayo muestra que hay que "repensar y refundar" la política europea y a plantearse cuál es el motor de la UE de 25 miembros, que no puede avanzar ya sólo con el impulso del eje franco-alemán. Para Sarkozy, "los seis grandes países de Europa [Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España y Polonia] deben concertarse para ser un potente motor de la nueva Europa".

El ministro del Interior aprovechó también la ocasión para lanzar sus dardos contra el modelo económico británico y la postura del primer ministro Tony Blair respecto a la financiación de la UE. Hay que construir una Europa "que proteja" y no "que preocupe", dijo Sarkozy, por lo que debe volverse a plantear "el asunto de la preferencia comunitaria", otro guiño a la extrema derecha que mantiene la teoría de la "preferencia francesa". El político francés que más abiertamente ha criticado el modelo laboral francés y que más cerca se mueve de una visión liberal de la economía se dio ayer un baño de proteccionismo y pidió que Francia defienda la Política Agrícola Común -objeto de desacuerdo entre Londres y París- y también que se involucre directamente en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio, "demasiado importantes para nuestra economía y nuestras industrias", dijo, como para dejarlas en manos de un comisario europeo.

Sarkozy defendió vehementemente la decisión de Villepin de recibir a un representante del FN y consideró "inverosímil" que el primer ministro no hablara con todos los representantes elegidos democráticamente. "¿Acaso hay alguna razón para negarse a recibir a cargos electos, elegidos por el pueblo francés?", preguntó. Paradójicamente, el FN, pese a haber llevado a su candidato a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en 2002 y mantenerse sobradamente por encima del 10% del electorado en todos los comicios, no cuenta ni con un solo diputado en la Asamblea Nacional. Sí lo tiene en el Parlamento Europeo.

Fue el número tres del partido ultraderechista, Carl Lang, quien acudió a Matignon, sede de la presidencia del Gobierno, dado que tanto Le Pen como Bruno Gollnisch se hallaban de viaje en Rusia. Lang, como Sarkozy, criticó a "la pobre izquierda francesa" que, dijo, "sigue siendo la más tonta del mundo" y aprovechó la ocasión para pedir un cambio en el modelo electoral que permita a su partido estar presente en el Parlamento.

El líder de PS, François Hollande, acusó al Gobierno de "cortejar el populismo" y de "banalizar la extrema derecha, sus dirigentes y, por tanto, sus tesis". Según Hollande, Villepin ha roto las reglas practicadas desde hace 10 años, una tradición que se ha mantenido durante todo el mandato de Chirac, ya que en su opinión sólo se invita a los líderes de partidos representados en el Parlamento francés. La comunista Marie-Georges Buffet, por el contrario, optó por acudir a la cita con Villepin para mostrarle su "cólera" por haber invitado al FN.

El primer ministro francés, Villepin (izquierda), recibe al secretario general del Frente Nacional, Carl Lang.
El primer ministro francés, Villepin (izquierda), recibe al secretario general del Frente Nacional, Carl Lang.AP

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