Fran Lasuén formula en 'Denborak' un folclor vitalista

Denborak (Tiempos) es el título escogido por el violinista y folclorista guipuzcoano Fran Lasuén para su nuevo proyecto discográfico, el tercero -dos con su nombre y uno como Eguen Banda- que coloca en las estanterías tras abandonar a los míticos Oskorri, en 1993. Pese a reflexionar sobre el paso del tiempo y lo efímero de las cosas, Lasuén dice traerse entre manos un repertorio "meditado, criollo y vitalista", un disco que "busca la belleza en aspectos cotidianos y aspira a resultar de fácil escucha".

"Yo soy criolé", insiste el autor desde las mismas notas del álbum. "Las cosas puras me dan miedo, y en cuanto a sus defensores... ésos, sencillamente, me hacen temblar", subraya este hijo de un exiliado a Francia que sufrió la dominación alemana y acabó buscando refugio en Argelia. "De mi padre aprendí el respeto a lo diferente. Es la única manera de entender este mundo y sobrevivir a diario".

Este talante heterodoxo ha posibilitado que en Denborak se filtren desde el fado de Mafalda Arnauth ("soy un devoto de la lusofonía") hasta la guitarra flamenca del Niño Josele, que reluce a lo largo de 32 compases en el primer tema del disco, A un perro muerto. "Me lo recomendó Paco de Lucía, una noche de cháchara en Bilbao", rememora Lasuén. Y confiesa: "Sí, ya sé que podría haberle pedido la colaboración al mismo Paco, pero no me atreví. Impresiona estar delante de semejante fenómeno de la naturaleza...".

Le gusta la música "visual, cinematográfica e impura", salpicada de influencias. "Además, el hastío es grande cuando oyes hablar de lo vasco en los medios de comunicación", declara. "A veces he pensado en hacerme portugués o senegalés o zamorano. Aquí te levantas vasco y te acuestas vasco cansadísimo".

Superar pudores

Reconoce que su producción en solitario es poco prolífica, "porque la edad, supongo, te hace más crítico y autoexigente", pero se felicita de haber superado en esta nueva entrega algunos "pudores y angustias" casi atávicos. "Me aterrorizaba, por ejemplo, elaborar mis propios textos. Con aquello de lo que ya disponemos en la literatura universal, ¿cómo vas tú a escribir unos versitos? Pero al final me he persuadido de que, a mis casi 50 años, necesito decir las cosas a mi manera".

Proyectos para cine, televisión y teatro le ocupan también buena parte de sus horas. Lo más reciente, sin embargo, es una iniciativa de difícil catalogación: la música para unas imágenes de nanotecnología que le suministró Víctor Franco, profesor de la Universidad de Barcelona. "Visualizar la millonésima parte de un milímetro ayuda a la introspección, a reflexionar sobre uno mismo y sus dimensiones en el espacio", anota Fran Lasuén. El montaje, que alterna música e imágenes con textos de Joan Brossa o Joxean Arce (letrista habitual de Mikel Laboa), conocerá su edición en formato DVD a la vuelta del verano.