"El cuerpo es el espejo del tiempo"
El bailarín y coreógrafo Ismael Ivo (São Paulo, Brasil, 1955) ha sido ratificado la pasada semana por Davide Kroff, presidente de la Bienal de Venecia, como director artístico del festival anual de danza contemporánea de la propia Bienal, que abarca bajo su sello los eventos de arte, cine, danza, música y teatro. Es un hecho singular frente a los cambios anuales.
Ismael Ivo tiene una larga y prestigiosa trayectoria como bailarín, coreógrafo y director de festivales de danza contemporánea. Tras su paso por Nueva York, se radica en Berlín desde 1985 hasta 1996, trabajando, entre otros, con grandes nombres de la escena como Johann Kresnik, Ushio Amagatsu (Sankai Juku) y Georgi Tabori. Dirigió durante 15 años el festival de danza moderna de Viena y también lo hizo con el de Weimar en 1997. Su pieza sobre Francis Bacon (1994), su solo sobre el fotógrafo Robert Mapplethorpe o el Tristán e Isolda (con Marcia Haydée, visto en Madrid hace dos temporadas), su Medea-Material, su Mephisto han sido éxitos en todas partes. En 2005 ha recibido el Premio Time Out por su versión bailada de Las criadas de Jean Genet. Ahora, en la recta final de esta Bienal, a la que bautizó bajo el lema Body attack, es renombrado para 2006.
"Hay que repensar la danza, ir del nuevo camino especulativo y teórico a la nueva inspiración en el complejo mundo de hoy"
"En los aeropuertos nadie está relajado, todo es tensión. La danza puede ser el vehículo de reflexión para cambiar los lenguajes corporales"
Pregunta. ¿Cómo surgió el eslogan de Body attack?
Respuesta. Surgió espontáneamente, buscando en el concepto mismo de la Bienal su función en el panorama actual de las artes. Y también pensando mucho en el lenguaje estético de la danza a inicios del siglo XX, pues no podemos perder de vista que estamos a inicio del siglo XXI. Se trataba de buscar otro camino de análisis y de expresión, no sólo para un festival de danza, sino para la idea de la Bienal de Venecia en sí. Había que repensar la danza, ir del nuevo camino especulativo y teórico a la nueva inspiración en el complejísimo mundo de hoy.
P. Casi se podría decir, la danza víctima o protagonista lateral del mundo globalizado.
R. ¡Hemos pasado por tantas fases! La danza ha ido sorteando tendencias, buscándose: clásico, moderno, neoclásico, posmoderno, neomoderno, minimalismo, deconstructivismo, posminimalismo, conceptual, posconceptual, pos, pos, pos..., pero ¿dónde miramos hoy? La estética se ha revolucionado porque han pasado muchas cosas alrededor, así ha venido hasta el movimento total, o el no-movimiento (la no-danza o antidanza).
P. Tal como usted lo plantea es como si el final de las vanguardias hubiera afectado al desarrollo de la danza actual.
R. Sí, sobre todo en el convencimiento de que lo importante es acercarse a ver y sentir las relaciones de otros con la danza, y no sólo de forma cerrada con la gente de la profesión.
P. ¿Un corpus teórico que arme esa relación?
R. Un diálogo de peso intelectual con los que escriben y analizan: ahí está también, sin duda, la búsqueda de nuevos vocabularios y modos expresivos. De ahí la fisicalidad, la necesidad de volver al cuerpo como tal y a su entendimiento teórico.
P. Es el cuerpo, como símbolo y como acción, su obsesión más clara, su escudo.
R. El cuerpo como espejo del tiempo. Eso es lo que pienso: el cuerpo como documento del propio cuerpo y como idea central de la relación entre tiempo y espacio. No se puede olvidar lo que es el cuerpo y cómo actúa hoy en nuestra sociedad, en medio de la guerra del terror, del 11-S, del 11-M, de los secuestros y las bombas diarias en Irak.
P. ¿Es el cuerpo global, el cuerpo moderno?
R. Es el cuerpo frente a la información. Mire atentamente en los aeropuertos: nadie está relajado, todo es tensión. Cambia la actitud del cuerpo y cambia el vocabulario de intercambio. La danza puede ser el vehículo de reflexión para esos cambios que recodifican los lenguajes corporales. El cuerpo es el sensor: Forsythe, Chouinard, tantos... Estos coreógrafos reflejan este nuevo tiempo.
P. ¿Pero es realmente eso tan nuevo?
R. Bueno, a principios del siglo XX hubo algo similar. Yo hasta veía con envidia la época de las vanguardias: constructivismo, futurismo, dadaísmo: era un tiempo de visiones que influyeron en todo un siglo, y en todo un siglo de danza.
Babelia
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