Geneviève Laporte subasta los dibujos que Picasso le dedicó
El precio de los 20 retratos se estima entre 1,5 y 2 millones de euros
El lunes 27 de junio saldrán a subasta una veintena de dibujos -a lápiz, carbón y bolígrafo- de Pablo Picasso que tienen como única protagonista a Geneviève Laporte, poetisa y cineasta a la que el pintor conoció en 1944. Ella tenía entonces 17 años y fue a entrevistarle para una revista estudiantil. Fueron amantes durante el verano de 1951.
"Han hecho de Picasso un macho, un monstruo, un tipo que llegó a apagar un cigarrillo en la mejilla de su esposa. Basta con mirar estos dibujos: ahí sólo hay ternura, creo que eso es evidente", dice Laporte, que ha cumplido 78 años y esperó a 1973 y a la muerte del artista para admitir públicamente su relación amorosa con él. "Ese conjunto de dibujos prueban lo que era ese hombre: amor, respeto y dulzura".
El precio de la veintena de obras que muestran a Geneviève Laporte vestida de novia, desnuda, durmiendo, como una esfinge, de odalisca o con un jersey de marino ha sido estimado por la casa de subastas Artcurial entre 1,5 millones y 2 millones de euros. "Para mí, una cosa que tiene valor, no tiene precio", sentencia Laporte. Justifica la subasta argumentando que así se difunde la obra. "Hasta hoy los tenía guardados en una caja fuerte, por razones de seguridad y eso me parecía muy triste".
Hija de un químico, brillante estudiante y resistente contra los nazis a los 16 años, Laporte despertó el interés de Picasso porque le recordaba a una vendedora de flores que él había pintado en otoño de 1905 y que luego fue modelo de Modigliani. El talento de la joven hizo que el pintor la presentase a varios amigos escritores y que le organizara un viaje de estudios a Estados Unidos entre 1946 y 1947.
La historia de su amor con Picasso, que ha sido filmada sin demasiada inspiración por James Ivory en Sobrevivir a Picasso, se desarrolló en el estudio parisiense de la Rue des Grands Agustins y en Saint Tropez, en el momento en que el pintor se alejaba de Françoise Gilot.
Si ella, Geneviève, no quiso instalarse con él y seguirle en su invitación fue, tal y como cuenta ahora, "porque el poeta Paul Éluard me advirtió de que Picasso mataba todo lo que amaba. En cualquier caso soy la única de las mujeres a las que amó que sigue con vida".
Babelia
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