Ruidos
Ya iba siendo hora de que alguien nos dijera que no podemos seguir siendo un país tan ruidoso como somos. El Comité Olímpico Internacional (COI) nos lo acaba de decir, y ya sabíamos que somos junto con Japón de los países más ruidosos del mundo. El señor Ruiz-Gallardón debería preocuparse más de este problema en vez de tanta bandera y tanta obra.
Se habló hasta aburrirnos de la ley contra el ruido, y las motocicletas nos amargan las noches y las madrugadas. Un solo individuo se puede permitir el lujo de amargar el sueño de miles de personas, sólo tiene que darse una vuelta por la calle, nadie le dirá nada, y si se te ocurre, te puedes meter en un lío. Tome nota, señor alcalde, señores políticos: agradecido una vez más.
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