"No se ganan referendos en época de recesión económica"
Diogo Freitas do Amaral (Póvoa do Varzim, 1941), ministro portugués de Exteriores, considera que la crisis económica bloquea el proyecto europeo, que no puede ambicionar dar grandes pasos mientras la economía del Viejo Continente no tome nuevo impulso. "No se ganan referendos en época de recesión", afirma. Mientras, defiende que "mucho se puede hacer a nivel intergubernamental" y apela a la presidencia británica de la UE (a partir del 1 de julio) para que tome como base de negociación de los presupuestos comunitarios para 2007-2013 la última propuesta de Luxemburgo, que Londres vetó el pasado fin de semana. Según ese acuerdo, Portugal perdería un 15,2% de los fondos que recibe actualmente y sería el país menos perjudicado con la ampliación de la UE.
"No aceptamos que se gane competitividad en detrimento de la cohesión"
Pregunta. ¿Vive Europa una crisis grave?
Respuesta. Yo creo que es una crisis profunda, pero su profundidad no resulta del aplazamiento de las ratificaciones de la Constitución ni de no haberse llegado a un acuerdo sobre las perspectivas financieras. Hay un telón de fondo: una gran crisis económica y social en toda Europa, concretamente en Francia y Alemania, que eran el motor tradicional de la UE. Por otro lado, han venido ahora a la superficie, y de una forma vigorosa, dos concepciones sobre lo que debe ser la UE. Por un lado, la idea de una Europa política, económica y social, basada en el principio de la cohesión y de la solidaridad. Por otro, una concepción puramente comercial. Hace 40 años, Reino Unido intentó con la AELC [Asociación Europea para el Libre Comercio] construir una zona de comercio libre para destruir la UE. Como ese proyecto falló, entró en la Comunidad para reconvertir por dentro la UE en una nueva AELC. Estoy convencido de que no lo logrará.
P. Pero ese conflicto siempre ha existido. ¿Por qué surgió otra vez?
R. Debido a la crisis económica.
P. ¿Hay que esperar que pase la mala coyuntura para volver al proyecto europeo?
R. No digo que sea necesario esperar. Muchas cosas pueden hacerse a nivel intergubernamental. Pero si queremos consultar otra vez a los pueblos en referéndum, no lo hagamos mientras haya una crisis económica. No se ganan referendos en época de recesión.
P. ¿La escalada del no en Portugal tiene las mismas raíces?
R. Creo que sí. Llevamos cuatro años sin crecimiento, hubo dos periodos de recesión...
P. ¿Se realizará el referéndum en Portugal?
R. El referéndum está aplazado por un año y sólo se hará si en Bruselas existe, en junio de 2006, un consenso para avanzar.
P. ¿El tratado aún es viable?
R. Todo depende de la evolución de la situación económica y social, de las elecciones en Alemania y en Francia, y también de qué actitud adoptará el Gobierno británico durante la presidencia. Espero y deseo que Reino Unido adopte la vía pragmática intentando conciliar concepciones diferentes.
P. ¿Eso incluye un acuerdo sobre las perspectivas financieras?
R. Sí, con una aclaración previa de la naturaleza de la UE. No puede hacerse un presupuesto sin saber cuál es la política que defiende. Éste tenía opciones que Reino Unido no aceptó. Si propone durante su presidencia un presupuesto sólo con sus opciones, tampoco tendrá éxito.
P. ¿Pero Londres no tiene razón en querer renegociar los fondos de la Política Agrícola Común (PAC)?
R. Portugal tiene autoridad para hablar, porque no recibe dinero de la PAC. La argumentación francesa tiene lógica. Hubo una revisión hace dos años que representó una reducción media del 12% de la renta per cápita de los agricultores europeos. Y hace dos años, todos votaron a favor, incluyendo Reino Unido. Votaron que esa revisión sería válida por 10 años, hasta 2013. ¿Cómo es que dos años después nos dicen que hay que cambiar la PAC? Lo que hay que empezar es a revisar el cheque británico.
P. ¿Y una mayor apuesta por la competitividad, como también defiende Blair, no le parece importante?
R. Por supuesto. El programa de nuestro Gobierno incluye una apuesta clara por la modernización, por el llamado Plan Tecnológico. Lo que no aceptamos es que el esfuerzo por ganar competitividad se haga en detrimento de la cohesión.
P. ¿Qué consecuencias tiene para Portugal la falta de acuerdo sobre la financiación europea para 2007-2013?
R. Sólo habrá consecuencias si llegamos a junio de 2006 sin acuerdo. Apelamos a la presidencia británica para que la última propuesta de la presidencia de Luxemburgo sea la base de las nuevas negociaciones. Portugal no aceptará nada por debajo de lo que ya había conseguido.
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