Tropas norteamericanas matan a 50 insurgentes al oeste de Irak

El Ejército de EE UU lanzó ayer la segunda gran ofensiva de los dos últimos días contra la insurgencia en el oeste de Irak, en la provincia de Al Anbar. Cerca de 1.000 marines y soldados de EE UU, apoyados por tropas iraquíes, mataron a 50 rebeldes en el marco de la Operación Daga, desarrollada en un zona desértica a unos 75 kilómetros al noroeste de Bagdad, según fuentes militares estadounidenses.

"Daga está centrada en localizar arsenales de armas y acabar con el santuario insurgente en la zona", dijo el capitán de los marines Jeff Pool en un comunicado.

El capitán Pool aseguró que 50 rebeldes han muerto en la operación y decenas más se encuentran rodeados. Fuentes hospitalarias de la ciudad de Qaim aseguraron haber recibido 20 cadáveres y un número superior de heridos. El coronel Steve Davis, comandante de la operación, dijo que tres de los muertos en combate eran saudíes. Añadió que tres soldados estadounidenses resultaron heridos, así como tres civiles iraquíes. Davis aseguró además que las tropas estadounidenses hallaron una escuela en la que se enseñaba a los alumnos cómo construir bombas.

En Karabila, ciudad de 60.000 habitantes, no había ni rastro de personas por la calles, sólo algunas banderas blancas en lo alto de las casas indicaban la presencia de ciudadanos en esta localidad iraquí.

La ofensiva se produce 24 horas después de la puesta en marcha de la Operación Lanza, entre las ciudades de Karabila y Qaim, a unos 20 kilómetros al oeste de la frontera con Siria. EE UU considera que esa zona se ha convertido en una importante vía de acceso de insurgentes extranjeros y de armas a Irak. Las tropas estadounidenses han llevado a cabo cuatro operaciones militares en el área desde principios del pasado mes de mayo, lo que supone una importante escalada militar en este bastión rebelde.

Una niña de 10 años

Por otra parte, una niña de 10 años murió ayer en Bagdad por la explosión de una bomba al paso de un convoy del Ejército estadounidense, que no se vio alcanzado por la detonación, informó un reprensentante del hospital Al Yarmuk, de la capital iraquí. El atentado se produjo en el barrio de Yihad, al oeste de Bagdad.

Por otra parte, dos iraquíes resultaron heridos cuando otra bomba, dirigida contra otro convoy estadounidense, falló en alcanzar su objetivo en el barrio bagdadí de Radwaniya (oeste de la ciudad), precisó el doctor Muhand Jawad, del hospital Al Yarmuk. Fuentes del mismo centro médico añadieron que se había descubierto el cadáver de un médico al sur de Bagdad, con las manos atadas y un disparo en la cabeza. También ayer la policía descubrió el cuerpo inerte de un líder tribal suní, el jeque Arkan Shaalan Jassim al Edwan, a las afueras de su pueblo, cerca de Mahmudiya, a unos 30 kilómetros al sur de Bagdad.

Un periodista de la cadena Al Arabiya resultó gravemente herido en un aparente intento de secuestro ayer en Bagdad. Jawad Kadhem, de 37 años, salía de un restaurante cuando dos hombres armados se le acercaron con la intención de secuestrarle, aseguró Nabil al Jatib, director ejecutivo de la cadena de televisión con sede en Dubai.