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Crítica:'RAP'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Mucho respeto

Diego A. Manrique

El espectáculo concebido por JmacGarin tiene como materia prima fragmentos de la versión versificada del Quijote -obra de Enrique del Pino-, que son modificados y encajados en los ritmos rotundos del rap, una propuesta enriquecida por coreografías derivadas del break-dance y adornada por proyecciones y graffiti hecho en directo por Suso33.

La apuesta era fuerte. Debido al respaldo del Ministerio de Cultura, Radio 3-Radio Nacional de España y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el proyecto despertaba ciertas suspicacias: se designó a Luis Antonio de Villena como supervisor literario de las letras, para evitar sobresaltos. En realidad, como se demostró en la noche del viernes, no había nada que temer: los raperos se enfrentan al reto con respeto, quizás hasta con una excesiva reverencia. Con la carnosa producción musical de Frank T, esculpen con ardor pasajes reflexivos del libro cervantino, adaptaciones en las que insertan proclamas sobre el valor del Quijote, la pertinencia de esta revisión urbana y su muy asumido papel de cronistas-poetas del presente: "Soy rapero y cambio lanza por un micro / el vino por el graffiti".

Quijote hip-hop

Voces: La Excepción, Artes, Zenit, Corazón Crudo. Bailes: Dani Panullo Dancetheater Company. Dirección escénica: Jmacgarin, Dani Panullo. Jardines de la Biblioteca Nacional. Madrid. 17 de junio.

Digamos que los raperos lucen demasiado conscientes de la significación histórica de este reconocimiento por parte de la cultura oficial. Todos ellos se desenvuelven con soltura y eficacia -Zenit, de Alcorcón, resulta una revelación-, pero el material resultante parece, en una primera escucha, excesivamente árido, corto en estribillos y largo en buenas intenciones. Tampoco resaltan mucho las coreografías de Dani Pannullo en la escalinata de la Biblioteca, aunque algunos de los solos de sus bailarines sean aplaudidos espontáneamente por un público más curioso que entregado. Aquí juega en contra el hecho de que aún no se haya materializado la banda sonora del espectáculo. Será menester comprobar cómo funciona lo que se conoce coloquialmente como El Hip-jote tras su etapa de rodaje: el martes se presenta en la plaza de la Catedral de Barcelona.

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