Historietas para una posguerra
El Artium expone 'Héroes de papel' a partir de una colección de 1.500 tebeos de los años 40 y 50
El Diablo de los Mares, la Daga Roja, el Capitán Coraje o Flecha Negra fueron personajes imprescindibles en la infancia de los niños españoles de los años de la primera posguerra. Eran los protagonistas de unos tebeos editados precariamente, con precios populares (a 1,50 pesetas de entonces el ejemplar), en los que la aventura estaba asegurada, bien se situase en la Edad Media bien en las más lejanas galaxias. La biblioteca del Artium ha adquirido un interesante lote de colecciones de aquellos años 40 y 50 que ayer presentó en la exposición Héroes de papel, abierta hasta el próximo 31 de agosto.
Hace menos de un mes que el centro de arte vitoriano apostó por el cómic como una nueva especialidad dentro de su biblioteca y ya se puede disfrutar de sus primeros frutos. El director del museo, Javier González de Durana, sintetizó ayer los argumentos de este nuevo apartado en los fondos del Artium: "Si algo ha caracterizado el siglo XX, ha sido la disolución de las fronteras entre la alta cultura y la cultura popular", comentó. El Artium ha adquirido un total de 1.500 ejemplares de 40 colecciones, en series completas, publicadas entre 1936 y 1961. Hay rarezas como La Daga Roja, títulos populares (Chispita o Apache) y no faltan las aportaciones doctrinarias como Pelayos editado por la (hoy desaparecida como tal) Comunión Tradicionalista, pero de gran peso en la Guerra Civil y en los años siguientes.
El museo vitoriano ha acudido tanto a coleccionistas ligados a la edición como a subastas
La adquisición de estas joyas del tebeo español no ha sido fácil. El Artium ha acudido tanto a coleccionistas vinculados al mundo de la edición de tebeos como a subastas. Por otra parte, al problema obvio de que alguien mantuviese las colecciones completas después de tantos años, se suma la de su conservación material. Impresas con muy mala calidad, el paso del tiempo se aprecia con sólo contemplarlas. Tanto que la exposición se presenta con una luz muy tenue y tampoco se permitirá la consulta directa de los ejemplares. Afortunadamente, las nuevas tecnologías han permitido su digitalización y el acceso a las viñetas se podrá realizar desde una pantalla de ordenador.
Son, en su gran mayoría, creaciones de dibujantes españoles, publicadas en Barcelona y Valencia principalmente. En la exposición se muestran algunos ejemplares considerados únicos, como los diez números de El Capitán Sol, serie editada en 1948 y la única completa conocida, o La Daga Roja, de 1947, con sólo dos números, un auténtico mito del cómic de ese periodo.
La calidad de los dibujantes se aprecia sobre todo en las portadas, a color, mientras que las historietas muestran la urgencia de quien trabajaba a destajo. Son aventuras protagonizadas por un héroe (o varios), con escasa presencia femenina. La excepción es Pantera rubia, una historieta de los 40 que sufrió os esforzados trabajos de la censura para acabar con sus tímidos apuntes sensuales. Algo comprensible si se consulta alguno de los Pelayos que se han seleccionado, en los que se ensalzan personajes como los requetés: tipos vestidos de azul mahón y tocados con boina roja, que seguro que a los menores de 40 años les parecen tan cercanos como los jemeres rojos camboyanos.
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