Franceses y holandeses creen que su 'no' llevará a un texto más social

La mayor parte de los franceses (el 62%) y de los holandeses (65%) cree que su rechazo a la Constitución europea ayudará a renegociar un texto más social, según los sondeos encargados por la Comisión Europea tras la celebración de ambos referendos. En Francia, tres de cada cuatro ciudadanos consideran necesario elaborar una Constitución para avanzar en la construcción europea. En Holanda, sólo lo desea el 41%.

La Comisión Europea saludó ayer con cierto alivio el resultado de ambos sondeos porque la aplastante mayoría de los consultados considera positiva su pertenencia a la UE.

Los eurobarómetros realizados tratan de indagar en las razones del rechazo franco-holandés, que son ligeramente distintas. En Francia, la razón más esgrimida para votar no es el miedo a la pérdida de empleos, la mala situación económica del país y el elevado índice de paro. El 76% de los obreros franceses votaron no. En Holanda, sin embargo, la primera razón ha sido la falta de información y, después, el miedo a perder soberanía.

La comparación entre ambos sondeos deja en mal lugar el papel jugado por el Gobierno conservador holandés de Jan Peter Balkenende, pues mientras el 39% de los franceses considera que el debate sobre la Constitución se inició en el momento apropiado e incluso (el 15%) cree que se empezó demasiado pronto, lo que permitió también a la mayoría decidir su voto semanas antes del referéndum, para el 67% de los holandeses el debate se inició demasiado tarde y, quizá en consecuencia, más de la mitad de la gente decidió el sentido de su voto en la última semana.

También hay una notable diferencia respecto a la imagen que los ciudadanos tienen de las instituciones europeas. Mientras que para el 53% de los franceses la imagen de las instituciones es buena, en Holanda sólo un 31% tiene esa misma percepción.

En ambos países, como hace notar la Comisión, el no se ha sustentado en motivos nacionales, mientras que el sí se ha basado en razones europeas. La construcción europea es la principal razón que se argumenta tanto en Francia (39%) como en Holanda (24%) para apoyar el proyecto. El análisis del voto positivo demuestra que la Constitución es más popular entre los mayores de 55 años: el 54% de ellos en Francia -nueve puntos por encima de la media nacional-, y el 48% en Holanda, 10 puntos por encima de la media.

En el lado más positivo para los intereses de la UE está esa idea mayoritaria de franceses y holandeses de poder renegociar un tratado más social y también su sentimiento de pertenencia a la UE, que en el caso francés alcanza a 9 de cada 10 ciudadanos y en el caso holandés, a 8 de cada 10.

"Es evidente que el diálogo entre los ciudadanos de la Unión Europea y sus instituciones debe mejorarse. Nos hace falta en Europa un Plan D: D de democracia y de diálogo", dijo ayer Margot Wallström, vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de Relaciones Institucionales y de Estrategia de Comunicación, que añadió: "El no a la Constitución no debe ser interpretado como un no a Europa. Desde hace años, los sondeos nos demuestran que los ciudadanos no quieren menos Europa, sin más resultados".

Los dos sondeos publicados ayer se han elaborado con entrevistas telefónicas a 2.015 ciudadanos en Francia y 2.000 en Holanda y en ambos casos los ha realizado EOS Gallup Europe.