Chaves duda del encaje constitucional del término nación en los estatutos de autonomía

La denominación de Cataluña, o de cualquier otra comunidad autónoma, como "nación", suscita "serias dudas" sobre su encaje constitucional en el presidente del PSOE, Manuel Chaves, y también en el presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, Alfonso Guerra. Ahora bien, la dirección del PSOE, y el propio Chaves, reconocen que no es el asunto más relevante en el proceso de reformas del Estatuto catalán, ya que del mismo les preocupa su propuesta de financiación y la obligatoriedad del catalán, entre otras materias. Pero "los constitucionalistas tendrán que pronunciarse", dijo Chaves.

Alfonso Guerra, presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, lleva desde hace semanas expresando sus reticencias a denominar "nación" a una comunidad autónoma. No lo hace a escondidas ya que se lo ha expresado abiertamente a sus compañeros socialistas del PSC la semana pasada. A juicio de la dirección del PSOE, lo que manifiesta Guerra representa la posición "tradicional" del PSOE respecto a que nación sólo hay una: España. Tampoco se mostró ayer alejado de esta tesis el presidente del PSOE, Manuel Chaves, para quien la denominación de nación es para España por lo que alberga serias dudas de que pueda utilizarlo una comunidad autónoma, dentro de la Constitución de 1978. Ahora bien, Chaves mostró ayer en Almería su "respeto" hacia las decisiones que pueda tomar cada comunidad. Pero con ese respeto Chaves reiteró sus "dudas respecto a que el término nación para una comunidad autónoma tenga encaje con el artículo 2 de la Constitución".

Este artículo señala que "la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indisoluble de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas". Precisamente, Guerra dijo ayer en Telemadrid que ese criterio "no es leal" con la Constitución. "Los constituyentes hicimos un gran esfuerzo por integrar los nacionalismos en España y llegamos al acuerdo de hablar de regiones y nacionalidades".

Discrepancias

Ahora bien, este asunto no ha sido analizado en ninguna reunión de la ejecutiva federal en tanto que sí se ha estudiado y tomado posición sobre otros asuntos que figuran en el borrador del Estatuto Catalán, respecto a los que la dirección del partido discrepa y así se lo ha hecho saber a sus compañeros del PSC.

Los temas de los que discrepa la dirección socialista están encabezados por la propuesta de financiación. Primero, que ésta pueda figurar como una parte más del Estatuto, cuando el PSOE sólo aceptaría que se esbocen principios generales pero no la concreción del modelo.

La dirección socialista también rechaza que Cataluña asuma la gestión y recaudación de todos los impuestos, así como la incorporación de nuevas competencias a través del artículo 150.2 de la Constitución.

Este artículo regula la delegación de competencias del Estado a las comunidades. Ahora bien, si esas competencias figuran en el Estatuto se supone que serán para siempre. Otra objeción importante para la dirección socialista es que el conocimiento del catalán "sea un deber".

Estos son los temas de controversia para el PSOE y no, de momento, la denominación de Cataluña sobre la nación respecto a la que incluso "los constitucionales tienen diferencias".

Hay otra cuestión de fondo respecto a la denominación de "nación" que es rechazable para muchos socialistas, como ayer puso de manifiesto el secretario de Organización del PSOE de Andalucía, Luis Pizarro.

"No nos preocupa que en Cataluña se puedan llamar nación siempre y cuando esa denominación no implique privilegios; estamos seguros de que el partido a nivel federal no lo apoyará", dijo Pizarro. Lo cierto es que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, nunca ha hecho controversia sobre las denominaciones, pero sí discrepó del proceso de reforma del Estatuto de Cataluña cuando conoció el modelo de financiación