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El diputado general descarta que sea un atentado de ETA

Los investigadores del extraño incendio que se declaró en el edificio de la Hacienda foral, una torre de 11 pisos sita en el número 2 del paseo de Errotaburu de San Sebastián, están prácticamente convencidos de que no fue un atentado de ETA. El propio diputado general de Guipúzcoa, Joxe Joan González de Txabarri, declaró ayer que los investigadores de la Ertzaintza descartan, en principio, el atentado.

"La forma de materializar el incendio", manifestó González de Txabarri, "en todas y cada una de las plantas del edificio de la Hacienda Foral lleva a descartar acciones más o menos organizadas por grupos, porque los métodos son rudimentarios, elementales". De lo que no duda el diputado general es de que el fuego fue intencionado.

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Las fuentes policiales consultadas aseguran que ni el método ni el objetivo son propios de la organización terrorista. Las haciendas forales vascas, no obstante, han sido objetivo de ETA en varias ocasiones, la última el 13 de julio de 2003, cuando fue desactivado un coche bomba situado en las inmediaciones de la sede del fisco vizcaíno en Bilbao.

Otras oficinas quemadas

Además, en mayo de 1998, un grupo de encapuchados incendió la oficina de la Hacienda Foral guipuzcoana de Rentería, en plena campaña del IRPF. Entonces, cuatro embozados obligaron a los funcionarios y al público a desalojar el local, lo rociaron con líquido inflamable, prendieron fuego y huyeron. Los daños fueron valorados entonces en diez millones de pesetas.

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Los violentos repitieron el ataque el 3 de junio de 2000. En esa ocasión, tres encapuchados irrumpieron en las oficinas a las 8.15, forzaron a salir a los ocho empleados y quemaron el local. El fuego afectó a dos plantas del inmueble. En total, la oficina tributaria de Rentería ha sufrido seis ataques incendiarios.

Pese a ello, los investigadores creen que en el caso del incendio de la sede central de San Sebastián es diferente. "Demasiado trabajo. Hubiera bastado poner un artefacto en la puerta u otro tipo de atentado", asegura una de las fuentes consultadas. Una de las hipótesis que se baraja es que todo tuviera su origen en una pelea entre el vigilante fallecido y el huido.

El responsable de Seguridad de UGT-Euskadi, Isidro Campo, consideró ayer que "hay muchas cosas oscuras" en el incendio, al tiempo que pidió que se respete la presunción de inocencia de los vigilantes. Campo lamentó el fallecimiento de Florencio Parra, afiliado a UGT, y pidió a los representantes políticos que "se corten un poco al hora de echar la culpa" del siniestro a los guardas.

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