Mala organización de las líneas de bus

Hace meses que observo que los autobuses de Barcelona no están coordinados. Resulta que con frecuencia ves dos autobuses de una misma línea, uno detrás de otro, o bien separados por pocos metros de distancia. El problema no está en que vayan dos seguidos, sino en que esto significa que o bien han tardado el doble en venir, o bien el siguiente tardará el doble en pasar. Entiendo que en una ciudad, por culpa de la densa circulación, pueda llegar a pasar en alguna ocasión, pero de hecho, como decía, es casi a diario.

Además, he comprobado que también esto sigue pasando los fines de semana, cuando el tráfico es absolutamente fluido y, por tanto, la excusa no cuela. Eso me lleva a pensar en una mala organización de la empresa que gestiona las líneas de autobuses, Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), que se llena la boca con frases como "disfruta el trayecto", pero en realidad maltrata a los ciudadanos incumpliendo las frecuencias de los autobuses, sobre todo en algunas líneas, como la 39 y la 45.

El alcalde, Joan Clos, ha sido muy rápido implantando las áreas verdes, pero está claro que el transporte público para el Ayuntamiento no es una prioridad.