ETA atenta en Zaragoza con una granada anticarro

ETA atacó ayer con una granada anticarro el aeropuerto civil de Zaragoza, sólo 14 días después del atentado que perpetró con un coche bomba en Madrid y cuando el debate político en España sigue versando sobre la posibilidad de un diálogo con los terroristas si dejan las armas. El atentado fue anunciado sobre las once de la mañana al diario Gara por un comunicante anónimo que llamó una hora antes del disparo. La explosión no causó daños ni heridos.

El comunicante anunció que "entre las doce y las dos" el aeropuerto civil de Zaragoza sería "atacado mediante granadas de mortero". La policía desalojó la terminal, situada a diez kilómetros de Zaragoza y contigua a la base militar.

A las 12.02 se escuchó un estallido. Los agentes rastrearon la zona para localizar la lanzadera y el punto de impacto. El dispositivo de disparo fue hallado en una zona arbolada pegada al Canal Imperial, por la que suelen pasear ciudadanos. El lanzador estaba formado por dos tubos de PVC, de 120 centímetros de largo y 90 milímetros de ancho, colocados en una plataforma metálica. Los artificieros de policía y Guardia Civil comprobaron que sólo una de las granadas había sido lanzada y que la otra seguía en el tubo. Fue desactivada a las 14.30. Los terroristas de ETA han perpetrado 14 atentados en lo que va de año, que han provocado daños y heridos leves.

La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, fue preguntada ayer acerca de si el atentado afecta al posible diálogo con la banda: "ETA tiene que dejar de matar, tiene que disolverse, abandonar definitivamente la violencia, y el Gobierno tiene que tener la seguridad de que eso se ha producido. La seguridad contrastada, convencida y vista de que ha habido un abandono definitivo de la violencia. No la voluntad, sino el abandono definitivo. Se tiene que producir de forma visible, clara".