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CRISIS EN BOLIVIA

Amainan las protestas en La Paz

Los líderes de la mayoría de grupos sociales conceden una tregua al nuevo presidente

Fernando Gualdoni

La Paz amaneció ayer con la esperanza de que la designación de un nuevo presidente para Bolivia ponga fin a las movilizaciones y los bloqueos que tras cuatro semanas han puesto a la ciudad, sede del Gobierno, al borde del colapso. Los paceños estuvieron pendientes de las reuniones que tenían previsto celebrar a lo largo de todo el día los líderes de los movimientos sociales de El Alto y de otros grupos, para decidir si mantenían las barricadas y las protestas hasta que el nuevo Gobierno nacionalizara los hidrocarburos. A última hora de ayer no se había tomado una decisión conjunta, pero las divisiones entre los líderes más radicales y los demás ya habían permitido a la ciudad tomarse un respiro.

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"Nos vamos a nuestros pueblos. Le damos al nuevo Gobierno 10 días para nacionalizar los hidrocarburos y convocar la Asamblea Constituyente", decidió unilateralmente el líder campesino Román Loayza. También el dirigente indígena Evo Morales, del Movimiento Al Socialismo, concedió ayer una tregua al nuevo presidente, Eduardo Rodríguez, hasta que forme su Gabinete. Los mineros se sumaron. "Volveremos si este presidente no cumple con la voluntad del pueblo", dijo uno de los trabajadores que ayer participó en una marcha de despedida de La Paz, donde se arrojaron más de un cachorro de dinamita (una quinta parte de un cartucho) en memoria del compañero muerto por la policía el jueves en Sucre.

"El paro debe continuar hasta que se nacionalice el petróleo. Los bloqueos deben mantenerse. A nosotros no nos sirve de nada que nos hayan puesto a este mediocre de presidente", declaró Jaime Solares, el líder de la Central Obrera Boliviana (COB) y uno de los dirigentes más radicales. En la misma línea se manifestó Abel Mamani, el líder de las juntas vecinales de El Alto. "Nos parece bien que Vaca Díez no haya logrado la presidencia, pero ésa no era nuestra prioridad. Nosotros no hemos logrado nada", explicaba Mamani. El líder social, no obstante, se enfrentaba ayer a sus propios conciudadanos alteños, que hartos de privaciones demandaban una tregua.

Los vecinos, descontentos, permitieron ayer la apertura de al menos dos de los cuatro principales caminos entre El Alto y La Paz, y la policía esperaba que a última hora se pudiese abrir la autopista que comunica la ciudad con el aeropuerto internacional. Las mismas fuentes policiales apostaban por el debilitamiento, al menos temporal, de los dirigentes radicales que querían mantener a la sede del Gobierno aislada.

Reanudación de los vuelos

Ayer también se desconvocaron la huelga de los camioneros y la del personal de los 37 aeropuertos del país. Ello permitió la reanudación de los vuelos regulares y la llegada del presidente Rodríguez desde Sucre para instalarse en el palacio de Gobierno.

El presidente no tuvo problemas para llegar al centro de la ciudad, así como tampoco decenas de taxis, autobuses y furgonetas de transporte de pasajeros. Una mayor afluencia de vehículos se notó en el centro, aunque la urbe aún está lejos de su habitual bullicio por la escasez de carburantes. Ayer había largas colas en las gasolineras. Los paceños que hacían sus compras en las tiendas de la popular avenida Arce o en los alrededores de la plaza de San Francisco comentaban que albergaban grandes ilusiones de que las "cosas mejorarán tras el cambio de Gobierno". "Sólo espero que [los manifestantes] les dejen hacer algo, porque acá no dejan hacer nada a nadie", se lamentaba un viejo aymara.

"Hay que terminar con la cultura de la presión", dice el obispo de El Alto, Jesús Juárez. "Los bolivianos tienen derecho a que los hidrocarburos sirvan para paliar su pobreza, pero siempre respetando las leyes. Si las normas no son buenas para el pueblo, entonces hay que sentarse a renegociarlas, pero nunca por la fuerza. Ahora se ha abierto un nuevo camino y desde el respeto tenemos que dejar trabajar a este nuevo Gobierno", concluye.

Mineros bolivianos participan en una marcha simbólica en Sucre en homenaje al trabajador que murió durante las protestas.
Mineros bolivianos participan en una marcha simbólica en Sucre en homenaje al trabajador que murió durante las protestas.REUTERS

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Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

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