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Reportaje:MÚSICA

Nuevo aliento en la música gallega

Galicia, segunda mitad de la década de los noventa. Un joven gaitero llamado Carlos Núñez se enrola con los Chieftains, la banda más emblemática del folclor irlandés; las melodías de los coruñeses Luar na Lubre seducen a Mike Oldfield, las cantareiras compostelanas de Leilía publican sus cánticos milenarios con la multinacional Virgin y la gaitera Susana Seivane moja los pies en la playa de Miño para la portada de El País de las Tentaciones. Otros artistas emergentes -Xosé Manuel Budiño, Mercedes Peón, Uxía, Berrogüetto- gozan del aplauso de la crítica y pasean su inmensa riqueza sonora por los escenarios de media Europa.

Galicia, año 2005. No ha transcurrido tanto tiempo desde aquella inopinada "edad de oro", pero a los músicos gallegos se les antoja muy lejana. La crisis de la industria discográfica se ha ensañado con géneros minoritarios como la música de raíz. La situación no parece demasiado halagüeña, pero tal vez por ello no ande lejos ese golpe de péndulo que conduzca a un nuevo florecer de las músicas con filiación tradicional. La marea de talento se mantiene activa, sin duda, y en su más reciente oleada acerca algunos nombres nuevos que, en los casos de la compañía músico-coreográfica Nova Galega de Danza o del cantautor Xabier Díaz, se antojan algo más que estimulantes.

De la Nova Galega, formación atlántica y a la vez muy contemporánea, decía el músico y escritor Xurxo Souto que era "un estilo de danza que moja el aire". Después de dos años de gira con Alento (Aliento), que se quedó a un tris de obtener el Premio Max al mejor espectáculo revelación, este sexteto coruñés coloca en las tiendas a finales de mes la versión discográfica del proyecto, una preciosa colección de melodías acústicas y elegantes que huelen a Galicia sin recurrir nunca a los ingredientes más trillados. "En nuestra música no hay muñeiras, jotas ni alboradas, igual que los bailarines que nos acompañan en directo no lucen trajes típicos ni se nos ha ocurrido colocar hórreos o pallozas en la escenografía", avisa el acordeonista Xosé Lois Romero, impulsor del proyecto y compositor de casi todo el repertorio. Romero es músico tradicional desde hace 25 años, admirador de Milladoiro y empleado del Instituto Galego das Artes Escénicas y Musicais (Igaem). "Llevo mucho tiempo pisando bostas

[excrementos de vaca] y viviendo intensamente el folclor, pero esta vez no he querido balizar el camino. Apliqué la fórmula de dejarme llevar y suponer que el carácter gallego acabaría aflorando por sí solo".

Y la idea funciona. El sexteto destila galleguidad pese a su heterodoxia formal, las inflexiones jazzísticas o un cierto margen para la improvisación. "Lo del Nova del nombre era una manera de sentirnos inconformistas, de conjurarnos contra el aburguesamiento", exclama Xosé Lois.

La parte vocal de NGD corre por cuenta de otro coruñés, Xabier Díaz, que acaba de alumbrar su primera criatura discográfica bajo el título de Músicas de salitre (Discmedi). Le respalda como productor, arreglista y guitarrista otro viejo conocido de la música popular gallega, Guillermo Fernández. Al primero se le recuerda como fundador del grupo Rumbadeira, mientras que el segundo milita en Berrogüetto y acompaña en sus giras al gaitero Budiño. Pero Músicas de salitre no encaja en lo que cabría imaginarse de ninguno de los dos. "No queríamos hacer el disco que podía esperarse de nosotros, sino algo menos reduccionista", corrobora Díaz. "Al principio yo tenía las canciones desnudas y una cierta debilidad por esas guitarras de caja a lo John Scofield o Pat Metheny. Guillermo fue quien supo traducir ese deseo a un envoltorio elegante y no demasiado folk. Éste aspira a ser un disco de pop gallego, un álbum que testimonie sus orígenes con la misma naturalidad con que lo expresan João Afonso en la música portuguesa o Lenine en la brasileña". Una parte del cancionero de Xabier aborda el tema de las relaciones afectivas ("sí, son canciones de amor y desamor, no sé por qué habría que estigmatizarlas"), pero destaca el filón reivindicativo y comprometido que late en cortes como Chove o Rapapote, una especie de rap sobre el desaguisado del Prestige. "No todo se podrá solucionar yendo a votar el día 19", avisa Díaz. "Los gallegos debemos asumir un nuevo temperamento, más propicio a la movilización, para corregir una situación que ahora mismo es dramática en lo social y en lo cultural. Lo del petrolero aquél nos acabó sirviendo, al menos, para sacar al aire muchas conciencias que estaban guardadas en el cajón".

El cantautor gallego Xabier Díaz (a la derecha) y su guitarrista, Guillermo Fernández.
El cantautor gallego Xabier Díaz (a la derecha) y su guitarrista, Guillermo Fernández.

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