Una victoria que consolidó a Roma en la península

"El general cartaginés (Asdrúbal) recorría entonces los parajes de Cástulo, alrededor de la ciudad de Baécula, no lejos de sus minas de plata. Informado de la proximidad de los romanos, cambió de lugar su campamento y se procuró seguridad por un río que fluía a sus espaldas". Con estas palabras, el historiador de origen griego Polibio (208-126 a. C.) documentaba los preparativos de la batalla de Baécula, en la que el general romano Escipión el Africano derrotó al cartaginés Asdrúbal en el año 208 a. de C. Con esta victoria se consolidaba el poder de Roma en la península Ibérica y se ponía fin a la segunda Guerra Púnica. Según los historiadores, en la contienda participaron más de 40.000 hombres y murieron entre 8.000 y 12.000.

El Centro Andaluz de Arte Ibérico (CAAI) continúa con sus investigaciones en la zona próxima a Santo Tomé. Sólo lo que se cree que fue el campo de batalla y el campamento de Asdrúbal ocupa una superficie que, de un extremo a otro, recorre cerca de 15 kilómetros. "Ahora continuamos con la segunda fase de una investigación que sigue arrojando luz a las evidencias que ya obtuvimos en un primer momento y que apuestan por Santo Tomé como lugar donde se libró esta batalla", señala Arturo Ruiz, responsable del CAAI, quien también añade: "Nuestros estudios están ahora en manos de otros expertos nacionales e internacionales con los que pronto mantendremos un encuentro".

El arqueólogo espera que dentro de un año se tengan las conclusiones definitivas de este trabajo que cuenta también con la colaboración de topógrafos de la Escuela Politécnica de la UJA. Éstos están trabajando con sistemas de información geográfica vía satélite (GPS) para peinar a fondo el paraje del monte de la Albahaca, que sirvió de escenario para cortar la comunicación de los ejércitos cartagineses con los contingentes militares de Aníbal, en aquellas fechas camino de Roma.