El Rey y los presidentes del Gobierno ensalzan el papel de Suárez en la transición
Homenaje radiofónico al ex jefe del Ejecutivo, víctima de una enfermedad mental
El Rey y los presidentes del Gobierno desde el restablecimiento de la democracia participaron ayer en un homenaje radiofónico a Adolfo Suárez, jefe del Ejecutivo desde 1976 a 1981, del que elogiaron su valentía y su capacidad de integración, así como su prudencia e intuición "en las circunstancias más difíciles", en expresión de don Juan Carlos. Felipe González destacó que fue una figura clave para el éxito de la transición, José María Aznar afirmó que los españoles se sienten orgullosos de la labor de Suárez, y Rodríguez Zapatero alabó su contribución a la reconciliación.
En el homenaje, organizado por Luis del Olmo en la cadena Punto Radio, participaron Sabino Fernández Campo, Alberto Aza, Rodolfo Martín Villa, Jaime Lamo de Espinosa, Landelino Lavilla, Marcelino Oreja y Santiago Carrillo, entre otros. Todos ellos destacaron el sentido de Estado, la valentía, el idealismo, las convicciones democráticas y el "orgullo institucional" del ex presidente Suárez, quien se encuentra alejado de la vida pública debido a una "demencia senil degenerativa", según explicó su hijo, Adolfo Suárez Illana.
El Rey elogió y agradeció, en un mensaje leído por el hijo de Suárez, la labor del ex presidente, que permitió "la concordia nacional que hoy conocemos como transición" y un marco de convivencia, "el más largo y fructífero de nuestra historia moderna", gracias "a su fe en España y en los españoles". Don Juan Carlos destacó su "lealtad y abnegación al servicio de España y de la Corona", así como su talento, su espíritu integrador, su capacidad de escuchar a los demás y su prudencia e intuición "en las circunstancias más difíciles".
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó que España "le debe mucho" a Suárez, que encarna "una generación de valientes" que lucharon por la libertad y la reconciliación, que lo hicieron "con honestidad" y que permitieron que en España se hayan vivido "los 30 años de más prosperidad, de más libertad y de más democracia" de nuestra historia. "El Gobierno se quiere sumar a ese homenaje que ha de ser, ante todo, como aquellos que reconocen a las grandes figuras: sencillo y sentido", concluyó Zapatero.
José María Aznar señaló que "el nacimiento de la España contemporánea, moderna y democrática" está asociado al nombre de Adolfo Suárez. Y tras indicar que los españoles están orgullosos de la labor que realizó, agregó que él mismo se siente continuador de la tarea emprendida por Suárez en 1977.
Felipe González subrayó que Suárez fue una figura "clave", sin quien la transición "no tendría ninguna explicación razonable", y echó de menos en estos momentos su capacidad de diálogo y "de entendimiento del otro". Leopoldo Calvo-Sotelo apuntó que Suárez debió sentir "como una injusticia muy grave" las circunstancias que le llevaron a presentar la dimisión, en enero de 1981, entre ellas la pérdida de respeto hacia su figura dentro de UCD.
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