La Caixa abandonará Brasil con la venta del 3,12% del Banco Itaú

La Caixa vuelve a hacer caja con la venta de sus participaciones bancarias en el extranjero. Tras Alemania, Puerto Rico, Suiza y Mónaco, la entidad financiera catalana abandonará Brasil, donde ha estado presente durante cinco años a través del capital del Banco Itaú, el segundo banco privado del país. El 3,12% de La Caixa en la entidad brasileña, en cuya gestión directa no interviene pese a estar presente en el consejo, se ha valorado en cerca de 530 millones de euros. La desinversión, que se realizará de forma gradual, puede reportar a La Caixa más de 300 millones en plusvalías.

La llegada a la presidencia de Ricard Fornesa, hace poco más de dos años, está suponiendo un cambio de filosofía en el manejo de la voluminosa cartera de participaciones financieras e industriales de la caja de ahorros catalana, cuyo valor al cierre del primer trimestre de este año ascendía a 16.564 millones de euros.

La política seguida es la venta de los paquetes accionariales en bancos y empresas que La Caixa no considera estratégicos si se presenta una buena oferta, particularmente en aquellos casos en los que la entidad financiera carece de influencia directa en la gestión. Esta línea se aplica sin prisas, a medida que surgen oportunidades de hacer caja.

Es el caso de Itaú, cuya cotización se ha revalorizado un 35,89% desde el pasado 31 de diciembre: en el mercado, las acciones de la caja en el banco brasileño valían a esa fecha 390 millones de euros, según consta en la memoria de la entidad. A tenor del cierre del pasado lunes, el valor de este paquete accionarial en Itaú era de 530 millones.

A La Caixa no siempre le ha salido tan bien la jugada. Fue el caso del Deutsche Bank, participación del 4,2% que intentó vender largamente el año pasado. Se priorizó la venta porque, admitió entonces la entidad, perjudicaba los coeficientes de solvencia del grupo, y sólo reportó a la entidad unas plusvalías "moderadas" de 25 millones de euros.

Se da la circunstancia de que las participaciones vendidas hasta ahora (Banco Popular de Puerto Rico, Deutsche Bank, Société Monégasque de Banque Privée y CaixaBank Suisse y, ahora, Itaú) corresponden a bancos, aunque la caja no considera tampoco estratégicas otras empresas como Panrico, Caprabo, Edicions 62 u Occidental Hoteles.

En banca, la caja que dirige Isidre Fainé mantiene, al menos por ahora, un 16% del portugués BPI y un 14,7% del Sabadell. La Caixa y el Banco Itaú son socios en el BPI.

Itaú ya no consolidó en los resultados de La Caixa del primer trimestre del año por puesta en equivalencia. Es decir, la caja no pudo apuntarse como propios los beneficios del banco de forma proporcional a su participación. En una aplicación estricta de las nuevas normas de contabilidad, la entidad catalana dejó de consolidar, además, sus participaciones, al estar por debajo del 20%, en Telefónica, Endesa, Repsol, BPI y Sabadell, aunque en la operadora de telecomunicaciones y en la petrolera la influencia en la gestión es significativa.

La venta progresiva supondrá la salida del presidente de honor de La Caixa, Josep Vilarasau, del consejo de Itaú.