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Los populares europeos proponen suspender el proceso de ratificación de la Constitución

Polonia, Dinamarca y República Checa plantean retrasar su voto sobre el tratado

Carlos Yárnoz

El debate sobre la posibilidad de suspender o retrasar el proceso de ratificación de la Constitución europea crece día a día. Hoy llega al Parlamento Europeo con los principales grupos divididos al respecto. Líderes del Grupo del Partido Popular Europeo (PPE), el mayor de la Eurocámara (268 de 732 escaños), apostarán por frenar el proceso y abrir un periodo de reflexión. En cambio, el Grupo de los Socialistas (200) se inclina por mantener ese proceso. Mientras, países como Polonia, Dinamarca o República Checa no descartan atrasar sus ratificaciones.

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La propuesta de los populares para suspender el proceso de ratificación de la Constitución fue planteada ayer a los eurodiputados del grupo por el alemán Elmar Brok, el belga Jean-Luc Dehaene y el español Íñigo Méndez de Vigo. Los tres desempeñaron un papel destacado en la Convención que elaboró el proyecto constitucional. El primero, como jefe de los eurodiputados del PPE en ese foro; el segundo, como vicepresidente del mismo, y el tercero, como miembro del Presidium u órgano directivo de esa asamblea que presidió el ex presidente francés Valéry Giscard d'Estaing. El PP español pidió el en el referéndum constitucional del pasado 20 de febrero, al igual que la Unión por el Movimiento Popular (UMP) del presidente Jacques Chirac, que también pertenece al PPE, en la consulta francesa del 29 de mayo.

La posición del los populares europeos fue asumida y avanzada el lunes en el PP español por su líder, Mariano Rajoy. En una reunión de la dirección ampliada de los conservadores españoles, Rajoy aseguró que "ya no tiene sentido seguir con el proceso de ratificación porque la Constitución Europea está herida de muerte", informa Pilar Marcos. Méndez de Vigo estaba presente en esa reunión cuando Rajoy defendió que "hay que aceptar la realidad" y que "ahora lo relevante es que Europa se ocupe de relanzar su economía con el cumplimiento estricto de acuerdos como el Pacto de Estabilidad o la Agenda de Lisboa". Rajoy mantuvo que "no hay vacío institucional y que hay que aplicar los Tratados en vigor".

Esto coincide con la propuesta que anunció ayer en Bruselas el PPE: hay que suspender el proceso, abrir un periodo de reflexión y, al concluir el mismo, convocar una nueva asamblea o convención para analizar las salidas a esta crisis creada tras el no de Francia y Holanda y la decisión del Reino Unido de dejar en el aire su referéndum.

El pleno de la Eurocámara celebrará hoy un debate al respecto y, en contra de lo habitual antes de cada cumbre, los líderes de los grupos parlamentarios han pactado que no se vote una resolución que normalmente transmite a los jefes de Estado y de Gobierno europeos el presidente de la Eurocámara, en este caso Josep Borrell. Eliminar ahora esa resolución es un síntoma más de la división que existe en el Parlamento europeo y entre Los 25 sobre qué camino debe seguir ahora la Unión.

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El presidente del Grupo del PPE, el alemán Hans-Gert Poettering, no se había pronunciado anoche al respecto, pero sí dijo que la Unión Europea "no puede seguir así". Por el contrario, dirigentes socialistas, entre ellos el jefe de la delegación española, Enrique Barón, comentaron que hoy defenderán que continúe el proceso. El británico Graham Watson, líder de los liberales (el tercer grupo, con 88 escaños) alabó la decisión de Londres de congelar el anunciado referéndum.

Mientras, y a medida que se acerca la cumbre del 16 y 17, son cada vez más los países que ponen en duda la conveniencia de mantener el proceso de ratificación, según informaciones difundidas por distintas agencias de noticias. Entre los países que aún no se han pronunciado, miembros de los Gobiernos de Portugal, Grecia, Irlanda y Suecia se han mostrado a favor de mantener el calendario.

Por el contrario, el primer ministro de la República Checa, Jiri Paroubek, comentó ayer que se necesita más tiempo, más allá del 1 de noviembre de 2006 (fecha fijada en la Constitución para su entrada en vigor), para completar el proceso porque, en su opinión, ahora resulta "imposible" continuar como estaba previsto. También el Gobierno de Dinamarca, donde está convocado un referéndum para el próximo 27 de septiembre, optó ayer por esperar a las conclusiones de la cumbre antes de decidir si suspende o no la consulta.

Por su parte, el presidente de Polonia, Alexander Kwasniewski, cuyo país prevé celebrar un referéndum aún no convocado, comentó que, quizás, los líderes europeos no puedan alcanzar un acuerdo la semana que viene. "Podemos decidir darnos unos meses y volver a encontrarnos cuando estemos mejor preparados. Una ausencia de decisión también es una decisión". Luxemburgo, el país que ahora preside la UE, tiene fijado el referéndum para el 10 de julio, pero incluso esta cita está en el aire.

Hipótesis para salvar partes del texto europeo

La hipótesis de que partes de la Constitución europea podrían ser recuperadas fue planteada por diferentes expertos. Ahora, esa hipótesis cobra más fuerza, pero, a la vez, surgen más voces que ven imposible esa opción.

El estudio más detallado sobre qué partes podrían ser recuperadas fue elaborado por Sebastian Kurpas, del Centre for European Policy Studies, que describe lo que él mismo califica de Niza Plus, es decir, el tratado vigente con unos añadidos procedentes de la Constitución. Para Kurpas, serían "rescatables" el nombramiento de un ministro de Exteriores, la norma para que los debates del Consejo de la UE sean abiertos, la posibilidad de que un millón de ciudadanos europeos exijan una iniciativa legal a la Comisión o que los Parlamentos nacionales puedan bloquear un proyecto de Bruselas.

Mayores problemas jurídicos serían el nuevo reparto de poder, la desaparición de la norma de un comisario por país o el nombramiento de un presidente estable de la UE.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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