Las obras de reforma del recinto industrial de la Colònia Güell finalizarán dentro de tres años
Óscar Tusquests presenta su intervención en los edificios llamados Tint Vell y Filatures
Las obras de reforma del recinto industrial modernista de la Colònia Güell, declarado Bien Cultural de Interés Nacional, y su transformación en un parque de oficinas de 80.000 metros cuadrados construidos, destinadas a pequeñas y medianas empresas del sector terciario, se completarán en tres años. El proyecto está a punto de concluir la tramitación urbanística, por la que se reordenan los 24 edificios de la colonia textil, situada en la localidad de Santa Coloma de Cervelló. Algunos de estos inmuebles habrán de desaparecer a causa de la reparcelación.
Además de las citadas oficinas, el complejo incluirá servicios dirigidos a empresas, restaurantes, un museo, dos plazas, un aparcamiento subterráneo de 350 plazas y una zona verde.
Óscar Tusquets presentó ayer su obra de transformación de los dos edificios más emblemáticos del conjunto, Tint Vell y Filatures, que, ya terminados, acogen a una treintena de empresas. El arquitecto explicó que su intervención se ha centrado en "mantener las fachadas tal como eran" en su origen, pero a la vez "haciendo notar" que se ha trabajado en ellas. Por ello, entre el ladrillo de la fachada de obra vista asoman amplias ventanas con marco rojo, "un color vivo que evidencia su contemporaneidad y alegra el conjunto", según Óscar Tusquets.
Falso pavimento
En el interior de los inmuebles, la restauración se ha centrado sobre todo en la eliminación de constantes desniveles, construidos para el desagüe propio de la actividad fabril, y el mantenimiento de los pilares de hierro y las vigas de madera. Un falso pavimento permite pasar todas las instalaciones eléctricas y de aire acondicionado por el suelo, con el fin de "poder apreciar los techos", una de las principales motivaciones del proyecto de Óscar Tusquets.
Si bien la urbanización del conjunto finalizará dentro de dos o tres años, la rehabilitación del resto de los edificios se realizará según el ritmo que impongan los nuevos propietarios de los inmuebles, tal como explicó el arquitecto Manel Giralt, encargado de la reparcelación de la colonia.
Eusebi Güell creó la colonia textil en 1890 para trasladar la actividad que desarrollaba en aquella época en su factoría del barrio barcelonés de Sants. Tras el declive de la colonia, la propiedad se dividió y cayó en manos de cerca de un centenar de pequeños propietarios. Tras 25 años de olvido, la sociedad Colònia Güell, SA, creada con un capital inicial de 20 millones de euros en el año 2000, inició las obras de rehabilitación del recinto. Los pequeños negocios de carpintería, soldadura y cartón, "sin licencia e instalados con carácter anárquico", según explicaron los promotores del nuevo parque de oficinas, han dejado paso a los despachos de empresas de publicidad, catering, software y cosmética.
El 85% de los antiguos propietarios están acabando de acordar las compensaciones que les corresponden, mientras que el resto será reubicado en un extremo de la colonia que mantiene la calificación de uso industrial.
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