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El Gobierno se moviliza para reactivar el diálogo y contener la crisis en el Sáhara

Moratinos considera un éxito que Marruecos acepte una delegación oficial parlamentaria

El Gobierno movilizó ayer toda su capacidad diplomática, en respuesta a la negativa marroquí a permitir la entrada en El Aaiún de una delegación española y para reactivar el diálogo en la región, por tres vías: la primera y próxima visita a la ex colonia de una comisión de todos los grupos del Congreso de los Diputados; la gira que el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, realizará por Argel, Tinduf, Rabat y Nuakchot entre hoy y mañana, y el empleo de todos los recursos disponibles en Nueva York para que el secretario general de la ONU nombre un nuevo enviado para el Sáhara.

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La primera visita institucional del Parlamento español al Sáhara fue negociada ayer, cuando se vio que los esfuerzos del Gobierno para que Marruecos aceptara la entrada en El Aaiún de los miembros de IU y el PSOE devueltos el domingo a Canarias no iban a lograr su objetivo.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que se reunió por la tarde en Madrid con su colega marroquí, Mohamed Benaisa, considera un éxito este acuerdo, que también fue valorado positivamente por miembros de la Comisión de Exteriores del Congreso, como Jordi Xuclà, de CiU.

El Gobierno indicó a los grupos parlamentarios que su misión a El Aaiún podrá realizarse en un plazo de 10 a 15 días. La parte marroquí entiende que esta visita implicaría la suspensión de los distintos proyectos de viaje al Sáhara que delegaciones de Parlamentos autónomos tienen previstos para los próximos días. En concreto, hoy viajaría una de Cataluña.

Los políticos y periodistas expulsados el domingo piden, en cambio, que el Gobierno plantee una queja formal a Marruecos por unos hechos que el líder de la oposición, Mariano Rajoy, tachó ayer de "grotesco espectáculo".

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Moratinos, por su parte, trasladó ayer a Benaisa "la preocupación creada" por estas expulsiones en "la opinión pública" española, según se indica en la nota informativa publicada por su ministerio tras la entrevista. El ministro español, añade el comunicado, manifestó al mismo tiempo su "satisfacción" por el compromiso marroquí de aceptar la próxima visita de una delegación institucional parlamentaria.

El encuentro de Moratinos con su homólogo marroquí estaba programado sobre bases bilaterales desde hace al menos una semana y en ningún momento se planteó su suspensión por el aumento de la tensión en el Sáhara.

Moratinos y Benaisa estuvieron a solas durante una hora y luego consumieron casi otra junto a Bernardino León, a un funcionario del ministerio marroquí de Exteriores con categoría de director general y sus embajadores en las capitales respectivas.

Además de constatar los avances registrados durante el último año en las relaciones entre los dos países, según se indica en el comunicado oficial, las dos partes abordaron el conflicto del Sáhara.

Fuentes conocedoras del desarrollo de la reunión indican que la parte española pidió al enviado marroquí más flexibilidad en este asunto y nuevas iniciativas capaces de romper el punto muerto en que se encuentra el conflicto, por el rechazo de Marruecos a que se aplique el último plan para la región de James Baker, ex enviado especial del secretario general de la ONU, Kofi Annan, y por la incapacidad de la propia organización internacional de llevarlo a término si no es de manera consensuada.

Moratinos escribe a Annan

Marruecos es poco proclive a sugerir nuevos pasos, y menos en el clima de tensión creado por las protestas y enfrentamientos de la semana pasada en El Aaiún y Rabat.

Las gestiones realizadas ayer en Madrid serán prolongadas durante las próximas 48 horas por Bernardino León, que pedirá calma a Argel y a la dirección del Frente Polisario en Tinduf, antes de cerrar sus consultas en la capital de Mauritania, un actor de segundo plano en este conflicto, y en Rabat, donde culminarán sus esfuerzos en pro del diálogo.

Pero el marco esencial de la solución sigue siendo, para el Gobierno español, Naciones Unidas. El ministro Moratinos escribió, según se informó ayer, una carta con fecha del pasado 3 de junio a Kofi Annan, en la que le pide que proceda cuanto antes al nombramiento de un nuevo enviado especial para el Sáhara, con un perfil político destacado.

El ministro argumenta que tiene datos para creer que ese nombramiento sería bien recibido por las partes y contribuiría, sobre todo, a apaciguar los ánimos y contener las tentaciones de actuación unilateral, revitaliazando las perspectivas de un arreglo bajo patrocinio internacional.

Moratinos piensa convocar al Grupo de Países Amigos, donde España se sienta con países como EE UU, Rusia, Francia o Reino Unido, a fin de impulsar ese objetivo, que vacila tras el rechazo por el Polisario del intento de Annan de encomendar la tarea al diplomático uruguayo Álvaro de Soto.

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