El Departamento de Salud vigilará a 100.000 personas vulnerables al calor

Ante un verano que se prevé literalmente caliente, la Generalitat ha activado un plan para mitigar los efectos de eventuales olas de calor que se centrará en el control de un colectivo de unas 100.000 personas que, por su avanzada edad o por su salud, se consideran especialmente vulnerables a la canícula. En el plan, coordinado por el Departamento de Salud, participan también los de Bienestar y Familia e Interior, así como ayuntamientos y el Servicio Meteorológico de Cataluña. El presupuesto para todo ello roza el millón de euros.

Está probado que las temperaturas elevadas y sostenidas durante varios días provocan un aumento de mortalidad que oscila entre el 12% y el 40%, y un incremento de los ingresos hospitalarios no programados. Con estas cifras en la mano y la experiencia del verano de 2003, cuando la ola de calor disparó el 53% la mortalidad respecto al año anterior, el objetivo del Plan de Actuación para Prevenir los Efectos de la Ola de Calor sobre la Salud (POCS) es la minimización de los efectos negativos de la canícula. "Ser pro activos", en palabras de la consejera de Salud, Marina Geli.

La prevención a la que Geli se refirió ayer durante la presentación del plan requiere, antes que nada, tener al día el censo de estas 100.000 personas en situación de riesgo: mayores de 75 años que viven solos, personas con algún tipo de discapacidad, enfermos crónicos y ciudadanos en situación social precaria. La actualización de este censo se realizará durante este mes a partir de información de los centros de atención primaria (CAP) y de los servicios sociales, explicó el director general de Salud Pública, Antoni Plasencia.

Plasencia señaló que en el seguimiento de personas solas se hará "especial énfasis en el entorno urbano", porque es donde las personas mayores tienen menos redes de apoyo, al contrario de lo que ocurre en el entorno rural.

Más allá del censo de personas vulnerables y salvo que se produzca alguna punta de altas temperaturas en las semanas inmediatas, el plan interdepartamental no entrará en vigor hasta el mes de julio y permanecerá activo hasta finales de agosto. Durante estos dos meses, el seguimiento de las personas vulnerables se realizará a través de los mismos centros de atención primaria, por teléfono o bien mediante las trabajadoras familiares que prestan servicios de atención domiciliaria.

Para llevar a cabo el seguimiento telefónico a petición de los equipos sanitarios de los CAP, la Generalitat utilizará el teléfono Sanitat Respon. Si es el propio afectado o su familia quien solicita el seguimiento telefónico, de ello se encargará Cruz Roja, que ha firmado un convenio con la Generalitat.

El plan para paliar los efectos del calor incluye la activación de la fase de alerta cuando se superen los 35 grados en la costa o los 40 en las comarcas interiores, a partir de los datos obtenidos por los observatorios de Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat, Manresa, Mataró, Santa Coloma de Gramenet, Sabadell, Terrassa, Girona y Tarragona. En estos municipios también se recogerán datos diarios de las defunciones para analizarlos.

Con el fin de informar al conjunto de la población, el Departamento de Salud ha editado 700.000 abanicos de papel con recomendaciones básicas sobre cómo hay que actuar cuando el termómetro se dispara. Evitar las horas de más calor, cubrirse la cabeza y vestir ropa clara, limitar la actividad física, beber mucho líquido y ventilar las viviendas de noche son algunos de estos consejos.