Mujeres inmigrantes piden abandonar su papel de subordinación para acabar con las desigualdades

Las mujeres inmigrantes achacan las desigualdades en las sociedades de acogida a los estereotipos, a los prejuicios de género y a su estatus legal precario. Las participantes en un foro de género, que se inició ayer en Jaén organizado por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), consideran esencial que las mujeres abandonen su papel de subordinación para aspirar a la integración real. En ese foro se reflexiona sobre la situación de las mujeres inmigrantes en Andalucía, desde la perspectiva de la salud, la interculturalidad, la violencia de género o la inserción sociolaboral.

El Foro de Género para la Integración Social de las Mujeres Inmigrantes, que se desarrolla hasta hoy martes en Jaén y que se está celebrando en todas las provincias andaluzas, reúne a asociaciones de mujeres inmigrantes, sindicatos, ONG, profesoras universitarias y responsables y profesionales de las Administraciones que trabajan con la población inmigrante.

La coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en Jaén, Natividad Redondo, defendió ayer la importancia de este foro de debate para reflexionar sobre la situación de las mujeres inmigrantes en Andalucía. "La realidad de las mujeres inmigrantes no es unívoca, y su integración pasa por la necesidad de conocerla para poder implementar las demandas que plantean y vencer la vulnerabilidad en la que se encuentran", señaló Redondo. A través de talleres y grupos de trabajo los participantes en este foro se aproximan a la situación de las mujeres inmigrantes, que han supuesto algo menos de un tercio de los regularizados en Andalucía en los últimos meses.

Uno de esos talleres está coordinado por Anastasia Nzé Ada, presidenta de la Asociación de Mujeres Inmigrantes en Andalucía. A su juicio, los factores que favorecen las desigualdades entre las inmigrantes y la población autóctona de las sociedades de acogida tienen que ver, por un lado, con causas personales de las mujeres (aislamiento y autoexclusión), pero también otras de carácter social y político. Entre éstas destacó el estatus legal precario al que se ven sometidas las inmigrantes, la ocupación por la mujer de empleos rutinario, sumergidos y desprestigiados socialmente, la falta de políticas y de organismos para la promoción de la diversidad y la igualdad racial-étnica y, sobre todo, la imagen estereotipada que se tiene de las mujeres inmigrantes, así como los roles de género, los estereotipos y prejuicios de tipo racista y el papel de subordinación que juega la mujer.

"Muchas mujeres inmigrantes, sobre todo las de América Latina, entran en una profunda depresión cuando vienen a España con mucha preparación y se ven obligadas a desempeñar trabajos muy degradados socialmente", indicó Anastasia Nzé, tras lamentar que muchas de estas mujeres no tengan protección social.

La presidenta de la Asociación de Mujeres Inmigrantes se refirió también al alto número de matrimonios de conveniencia que se han dado en los últimos meses con la única finalidad de que las mujeres obtengan su regularización en España. Casos como el de Najat, de 14 años, a quien su padre casó con un hombre que no ha visto nunca. Estos acuerdos se suelen cerrar entre los 900 y los 1.200 euros.

Las prácticas tradicionales de las diferentes comunidades de inmigrantes en el tema de la salud sexual reproductiva es otro tema objeto de debate en las jornadas. En este sentido, se planteó un plan de acción para luchar contra las mutilaciones genitales femeninas por entender que "discrimina a las mujeres y atenta contra sus derechos humanos, incluidos los derechos sexuales y reproductivos". Anastasia Nzé reclamó del Gobierno medidas para garantizar la protección de las mujeres en riesgo de ser víctimas de este tipo de mutilaciones y que se otorgue el derecho de asilo a quienes lo soliciten por este motivo. "La penalización de esta práctica no es suficiente pro sí misma para acabar con las mutilaciones genitales; es primordial abordar estrategias de sensibilización y educación que promueven cambios de actitudes y de mentalidades en la población afectada", subrayó la presidenta de la Asociación de Mujeres Inmigrantes.

Respecto a la violencia de género, las participantes en las jornadas abogaron por una mayor formación del personal de los servicios sociales y sanitarios para conocer las situaciones de las mujeres que están expuestas a esta violencia, así como la formación a la población femenina inmigrante sobre sus obligaciones y derechos e información sobre los recursos sociales que se ponen a su disposición.