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Los expertos reconocen deficitaria la red asistencial y apuestan por adaptarla a los cambios sociales

Maribel Marín Yarza

Hay una frase recogida en el Mapa de los Servicios Sociales de Guipúzcoa que emplean tanto gestores como especialistas cuando se refieren a la atención a la tercera edad en Euskadi: "Existe un décifit en la oferta actual de recursos" para la ancianidad, que más allá de las residencias incluye centros de día, programas de asistencia domiciliaria... Y eso que "aunque no somos referencia, podemos estar en una media decente en comparación con el resto de España", apunta María Teresa Bazo, catedrática de Sociología de la Universidad del País Vasco. "Aunque Navarra, por ejemplo, está mejor".

El problema de la atención a las personas mayores no está en todo caso en el hoy, sino en el mañana por el envejecimiento de la población, la incorporación de la mujer al trabajo y la transformación de los núcleos familiares. El propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado para 2005 la aprobación de la Ley de Dependencia, para atender al millón de personas dependientes españolas, fundamentalmente ancianos y discapacitados. Se requieren, sobre todo, según los expertos, ideas para diseñar políticas que se ajusten a "la realidad social cambiante" y grandes inversiones, en un país en el que hoy "existe una desmesurada aportación familiar al cuidado de los mayores", según Bazo. "Se prefiere primero buscar una persona que cuide del anciano en el domicilio. Y creo que es una lacra eso de llevar a los padres de casa en casa, porque se les desubica. En una residencia estarán posiblemente mejor atendidos".

La Ley de Servicios Sociales de 1996 abrió las puertas de la atención a la tercera edad a las empresas privadas. Y a eso se tiende. Aunque Jauregi subraya: "En Guipúzcoa el 46% de las plazas son de titularidad pública frente al 26% de media estatal. En Álava lo son el 56% y en Vizcaya el 20%. "Es lógico, dice Bazo, "pero tiene que existir un control para garantizar la calidad. Porque no basta con tener a una persona limpia, alimentada y medicada. Hay que acompañarla y darle cariño".

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