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Abbas aplaza las elecciones legislativas palestinas por temor al triunfo de Hamás

El partido gubernamental Al Fatah pretende ganar tiempo para organizar su campaña

El presidente Mahmud Abbas anunció ayer oficialmente el aplazamiento sine die de las elecciones legislativas palestinas, cuya celebración estaba prevista para el próximo 17 de julio. Aunque el presidente alegó razones técnicas para suspender los comicios, en medios políticos se asegura que se trata de una maniobra urdida por el "sector duro" del partido gubernamental Al Fatah, con la que trata de frenar el avance arrollador en las urnas de los fundamentalistas de Hamás, tal y como quedó demostrado en el resultado de las elecciones locales.

"El aplazamiento es imprescindible, ya que ello nos permitirá poner a punto las medidas legales y consultarlas con las facciones", aseguró ayer el presidente palestino Abbas, en una corta alocución radiotelevisada para anunciar el aplazamiento. Abbas esgrimió razones técnicas para justificar la suspensión indefinida de los comicios y recordó las discrepancias entre los parlamentarios, el Gobierno y las facciones radicales con respecto a la ley electoral, que desde hace varias semanas se discute en la Cámara legislativa de Ramala.

Hamás, que por primera vez desde la firma de los Acuerdos de Oslo y la puesta en marcha de la Autonomía palestina había aceptado participar en el "juego electoral y democrático", acogió la noticia del aplazamiento con duras críticas, asegurando que ello suponía "la ruptura del pacto nacional", establecido con la Autoridad Nacional Palestina (ANP), sobre la que se cimenta el alto el fuego acordado el pasado 8 de febrero.

"El aplazamiento es una decisión unilateral. No ha habido una consulta previa con las facciones. Consideramos que esta decisión es una violación de todos los acuerdos y pactos nacionales palestinos. La decisión corre el riesgo de provocar el caos y de dar una imagen negativa de la nación palestina, ya que se plantea, después de que EE UU e Israel hayan multiplicado sus llamamientos a favor del aplazamiento", aseguró ayer Sami Abu Zuhri, portavoz de Hamás en Gaza, en un comunicado remitido a la prensa.

Hamás, más allá de las quejas oficialmente esgrimidas en el documento difundido ayer, asegura que el aplazamiento de estas elecciones legislativas ha estado promovido por los "sectores inmovilistas" del partido gubernamental de Al Fatah, que temen perder sus posiciones de privilegio en los comicios a favor de Hamás, tal y como demostró en las pasadas elecciones locales, en las que consiguió un gran triunfo en las ciudades mas importantes de Cisjordania y Gaza.

El núcleo duro de Al Fatah pretende con este aplazamiento tener tiempo suficiente para organizar y poner en orden un partido que se encuentra en una situación de práctico bloqueo desde que en 1972 celebró su último congreso, en el que estableció el fin de la lucha armada, abriendo de esta manera el camino del proceso y la negociación política. Los cuadros de Al Fatah creen que esta situación de debilidad y caos interno podría solucionarse el próximo agosto, con ocasión de la celebración de un congreso, considerado por todos como capital, en el que se espera que se abra un debate sincero y se renueve la dirección del partido.

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Resistencia a las reformas

La Autoridad Nacional Palestina pretende con este aplazamiento vencer además la resistencia que determinados sectores de la sociedad están demostrando con respecto a los procesos de reforma impulsados desde el pasado mes de noviembre por Mahmud Abbas. Las tensiones han aflorado especialmente en Gaza, donde en los últimos días se han registrado manifestaciones contra la reforma de los cuerpos policiales, un proceso vinculado con el acceso a la única vía de empleo existente en la franja para una gran parte de la población que se encuentra en paro.

Hace pocos días miembros de las fuerzas de seguridad de Gaza se manifestaron por el centro de la ciudad, mientras disparaban sus armas y cantaban consignas contra este proceso de reforma policial. Ayer de nuevo se produjeron incidentes. Una treintena de hombres enmascarados cortaron la carretera de acceso a Egipto y asaltaron el coche en el que viajaba el cónsul palestino en Corea del Norte, Shaer Abueyada, al que acabaron liberando tras robarle el pasaporte. La demanda de los secuestradores era simple; tener acceso a las convocatorias efectuadas para ampliar el cuerpo de policía, sin el límite establecido de 23 años. "Todos tenemos derecho a un puesto de trabajo", aseguraron antes al liberar al diplomático.

Militantes radicales de Al Fatah, en una marcha cerca de Hebrón.
Militantes radicales de Al Fatah, en una marcha cerca de Hebrón.REUTERS

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