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Un empresario de Granada, acusado de explotación de inmigrantes

La Guardia Civil ha detenido a un empresario de Alpujarra de la Sierra (Granada) como presunto autor de un delito contra la seguridad de los trabajadores y libertades de los ciudadanos extranjeros en España. Según un comunicado de los agentes, el citado empresario tenía a tres personas de nacionalidad rumana trabajando sin contrato y sin cobrar desde hace más de dos meses.

Los trabajadores rumanos estaban empleados en la construcción de cinco viviendas en la pedanía de El Golco de Alpujarra de la Sierra, a donde llegaron desde El Ejido (Almería) ayudados por un compatriota con la promesa de que el empresario que los iba a contratar iba a regularizar su situación en España.

Los rumanos decidieron "pedir cuentas" al empresario, ya que no han cobrado un céntimo desde que empezaron a trabajar y su situación en España sigue siendo irregular tras finalizar el plazo para la normalización de trabajadores extranjeros.

Fue entonces cuando la Guardia Civil recibió una llamada desde la pequeña pedanía de El Golco, de la localidad de Alpujarra de la Sierra, denunciando una alteración del orden público en la que estaban implicadas varias personas, algunas de ellas extranjeras.

En su denuncia, los trabajadores rumanos aportaron a la Guardia Civil documentos que demuestran que trabajan desde hace varios meses para el empresario, A.J.H.P., de 39 años, que fue detenido ayer.

El detenido declaró en su descargo que él no contrató a los trabajadores rumanos, sino que subcontrató la obra con un vecino de El Ejido (Almería), de nacionalidad rumana también, y que no sabía nada de la situación legal de los denunciantes en nuestro país. El detenido, tras prestar declaración ante la Guardia Civil en presencia de su abogado, ha sido puesto en libertad y a disposición judicial.

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Por otra parte, medio centenar de inmigrantes, procedentes en su mayoría de Mali, permanece asentados desde hace un mes en un campamento levantado tras un polígono industrial en Lepe (Huelva), a pesar de que la mayoría de los campos freseros han terminado ya su actividad.

El asentamiento, informaron a Efe fuentes municipales, es el quinto detectado en el municipio este año, mientras que otro, ocupado por una veintena de personas en los terrenos de una antigua serrería, fue desmantelado la pasada semana.

El último asentamiento levantado en Lepe lo ocupaban unos 100 inmigrantes portugueses que habían acampado sin licencia.

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