La Junta aguarda el visto bueno de Bruselas para ampliar en un millón de hectáreas el espacio protegido
El territorio con protección medioambiental pasará del 18% al 28% de la superficie andaluza
Un millón de hectáreas más de espacio protegido. Ésa es la consecuencia de la propuesta final de la Consejería de Medio Ambiente a la Comisión Europea sobre las zonas especiales de conservación que integrarían en Andalucía la Red Natura 2000. La propuesta lleva casi un año en algún despacho de Bruselas a la espera de su ratificación, al estar incluida en la región biogeográfica mediterránea, la única que todavía no ha logrado el visto bueno de la Comisión. Cuando se apruebe, la Junta elevará el territorio protegido hasta el 28% de la superficie andaluza.
"No creo que pongan ningún problema, en todo caso la Comisión nos ha empujado a elevar nuestra propuesta", explica Rosario Pintos, directora autonómica de la Red de Espacios Naturales Protegidos. La Consejería de Medio Ambiente culminó en junio del año pasado un proceso que arrancó en 1996 en todos los países de la UE, bajo supervisión de Bruselas. En ese proceso, la Junta definió 192 lugares de interés comunitario que suman 2,6 millones de hectáreas. El 62% de ese territorio está ya protegido bajo las distintas fórmulas (parque nacional, parque natural, reserva, paraje, monumento natural) que existen en la legislación nacional y autonómica. Es decir, que la propuesta andaluza sumará un millón de hectáreas de terreno con protección medioambiental. Y los espacios protegidos pasarán de constituir casi un quinto del territorio andaluz a rozar un tercio de la superficie de la comunidad.
La Red Natura 2000 se forma como resultado de dos directivas europeas. La primera, que tiene ya 25 años, hace relación a la necesidad de establecer zonas de especial protección para aves (Zepas). La propuesta andaluza incluye 62 zonas, que coinciden con espacios naturales que tienen ya con alguna declaración de protección. Sólo se suman dos nuevas zonas, correspondientes a humedales y cultivos de cereal de Sevilla (entre Estepa y Osuna) y el sur de Córdoba. "Nos indicaron que había un déficit de espacios para aves esteparias, y en esas zonas hay una importante presencia de avutardas, ortegas, aguiluchos cenizos y cernícalos primilias", añade Pintos.
Corredor para el lince
La ampliación más relevante se corresponde con el desarrollo de la directiva habitats, de 1992, que insta a los países miembros a proteger determinados hábitats naturales y garantizar la conservación de especies de flora y fauna cuya supervivencia está amenazada en distinto grado. "Una parte importante de los nuevos territorios con protección persiguen formar un corredor que conecte las poblaciones de lince ibérico".
Casi la mitad del millón de hectáreas que se quiere sumar a los espacios protegidos corresponde con la propuesta de la Junta de enlazar los territorios que ya tienen alguna protección en los que vive el lince. Zonas al norte y el oeste de Doñana, el corredor del Guadiamar, amplias áreas forestales de Córdoba, varias comarcas alrededor de Despeñaperros o de la sierra de Andújar, se sumarán a ese corredor, que comunicará Doñana con Sierra Morena.
Entre el resto de propuestas, la Consejería de Medio Ambiente destaca la incorporación de tramos de ríos (Bajo Guadalquivir, Guadaira, Guadiaro y Hozgarganta) para proteger varias especies de peces. En especial, se incluyen las zonas de recuperación del fartet. También se modifican los límites del frente litoral del Estrecho, donde está previsto declarar un parque natural. Una situación similar es la de la isla de Alborán, donde la Consejería de Medio Ambiente ya tiene preparada una figura de protección. La propuesta andaluza suma zonas de arrecifes y fondos marinos de "elevado interés", como los de Punta de Trafalgar, la bahía de Estepona, los acantilados de Castell de Ferro o los Corrales de Rota.
Además, se presta atención a los territorios donde se conservan los últimos reductos del cangrejo de río autóctono y los refugios de murciélagos. Y se incluye el valle del Genal (entre Cádiz y Málaga) por servir de conexión entre los espacios naturales de Sierra Bermeja y Los Alcornocales.
En ese millón de hectáreas que se quiere proteger, sólo viven 14.000 personas y más del 90% de la superficie corresponde a áreas forestales o zonas húmedas, es decir no están afectados por la agricultura o infraestructuras.
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