Madres y cochecitos

¿Por qué, si tienes un hijo en Madrid en edad de ir en cochecito, no tienes derecho a utilizar los transportes públicos sin ponerle a él y a ti misma en riesgo, eso suponiendo que consigas hacer todo lo que la "norma" indica?

No sé quién es el responsable de la idea o norma de la que les voy a hablar, pero seguro que no ha montado jamás en autobús con un bebé y su carrito.

Hay otras ciudades españolas donde las madres con bebés siguen siendo ciudadanas con todos los derechos. Con autobuses con un espacio reservado en el centro para carritos de bebés y otro para sillas de minusválidos, para que ellos y los que les acompañan puedan viajar cómodos y seguros.

En Madrid intenté llevar a mi hijo al médico y para ello decidí ir en autobús. El trayecto era muy céntrico: Puerta de Alcalá- Cibeles-Paseo de Recoletos-Génova... Trayecto que no tiene que ser muy desconocido a los que gestionan esta ciudad. Y me encontré que al intentar subir al autobús el conductor del mismo me dijo: "¡Eso tiene que ir doblado! Es la norma". "Eso" es el carrito de mi hijo. Y allí, en medio de la calle, con las prisas que hay que darse para subir a un autobús, me encuentro que ni siquiera pidiéndole a un señor que estaba en mi misma parada que cogiese en brazos al bebé, mientras yo doblaba la silla, podía conseguir lo que el conductor me pedía.

Si ya es difícil subirse a un autobús y aguantar de pie yendo con las manos vacías, ¿cómo se le ocurre a alguien que yendo sola, con un bebé y su cochecito, debas llevar al niño en brazos, además doblar el coche, pagar y mantenerte en pie?

Eso sin entrar a valorar el riesgo que supone llevar a un niño en brazos ¡en un vehículo en marcha! De hecho, por eso lo han prohibido en todos los demás vehículos.

Y es que a los que empujamos carritos o nos ignoran o ¡nos sobrevaloran! Supongo que pretenden que primero cojamos al bebé en brazos con las dos manos y, una vez lo tengamos en brazos, desenganchemos el cuco del chasis del cochecito con las otras dos manos y, con bebé y cuco en las cuatro manos, doblemos el chasis y lo sujetemos usando las seis manos, con la séptima y octava mano buscaremos el metrobús o el dinero en el monedero y pagaremos sujetándonos para no caernos con la novena mano. ¡Ay, no! ¡Que sólo tenemos dos!

Las otras alternativas que tenemos para desplazarnos por la ciudad son: metro, con un montón de escaleras y quizá la misma norma de doblar el carrito, no lo sé, pero no quiero hacer la prueba; taxi, pero no llevan sillita reglamentaria para niños; coche privado, si lo tienes, o coger autobuses en cuya parada haya más de cuatro personas dispuestas a ayudarte con toda la operación y un conductor paciente que no ponga en marcha el autobús hasta que tú ya estés sentada con tu niño en brazos y tu silla doblada en mitad del pasillo estorbando a los que van de pie. O si no, te vas andando... Y eso, empujando un carrito, es otra odisea.

Aceras cortadas por obras, adoquines levantados, huecos y socavones de diversos tipos... Naturales, por obra, erosión... Obligación de cruzar la plaza de Colón por un subterráneo, al que si han regado las plantas de las macetas que rodean el hueco de entrada le caerán gotas de agua sucia en la cara al bebé por mucho que se suba la capota del cochecito, y un largo etcétera... que ya comentaré en otra carta. Y eso que hablo de un trayecto en bus o andando por pleno centro de Madrid. Ése que sale en la foto, que ven/sufren turistas. Ése que debería estar espectacular para promocionar Madrid 2012.

Así que, por favor, cambien la norma y permitan que se pueda entrar en un autobús con un cochecito de bebé, el bebé dentro de él y bien atado con los cinturones de seguridad que éstos traen para ello, o subvencionen unas buenas zapatillas de trekking.-