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Reportaje:

Tensa calma en el instituto

El centro Margarida Xirgu de L'Hospitalet busca la tranquilidad

Ana Pantaleoni

Tiene 15 años y poca prisa. Fuma un cigarrillo sentada frente a su instituto. Son las nueve de la mañana. La chica no quiere dar su nombre. Simplemente observa cómo sus compañeros entran en clase bajo la atenta mirada de dos mossos d'esquadra que vigilan la puerta. Y afirma: "No entiendo lo que ha pasado aquí".

Las cosas han cambiado: hoy la policía vigila su instituto. Los alumnos leen en los titulares de prensa el nombre de su colegio. La semana acaba en el instituto Margarida Xirgu de L'Hospitalet de Llobregat con tensión en el ambiente. Dos alumnos del instituto han ingresado en un centro de menores acusados de herir con navajas a tres adolescentes tras una guerra con globos de agua en el patio del instituto el pasado martes.

"Creo que aquí hay un problema de inmigración", dice la chica mientras apaga el cigarrillo. La dirección de la escuela negó que el origen de la discusión fuera por motivos xenófobos. El jueves dos estudiantes expulsados, amigos de uno de los heridos, se colaron en el centro y amenzaron de muerte a unos estudiantes dominicanos. El juez decretó ayer libertad vigilada con cargos para estos detenidos.

La Asociación de Estudiantes de L'Hospitalet ha expresado su apoyo a los profesores y alumnos del instituto y ha pedido que no se criminalice a la ciudad por estos hechos. Así se manifiestan dos alumnas de primero de bachillerato: "Antes nunca se había producido una pelea así. Si los profesores lo hubiesen sabido, la hubieran evitado. Hay maestros que se dedican a eso, a hablar con la gente conflictiva".

Las dos alumnas, como todos los estudiantes, se niegan a dar sus nombres. Esperan al resto de compañeros en la puerta. "Hoy es viernes y nos vamos de excursión a un centro de planificación familiar. Allí nos explicarán entre otras cosas cómo no quedarnos embarazadas". Parecen haber olvidado ya lo ocurrido estos días. No es el caso de la madre de un chico de 13 años, que acudió a primera hora de ayer a buscar un justificante para su hijo. Dice que no quiere ir al colegio: "El niño está aterrorizado". El del Margarida Xirgu no es un caso aislado. Los cambios que se han producido en la sociedad y el aumento de la edad de escolarización de los 14 a los 16 años han convertido los institutos en centros de gestión compleja.

Rubén Cabañas, secretario de la organización de las Juventudes Socialistas de L'Hospitalet, afirma que no hay bandas armadas en los intitutos de su ciudad, pero sí problemas de convivencia. "Existen problemas de adaptación de los inmigrantes en los institutos por falta de recursos. Faltan aulas de adaptación y los profesores están desbordados. Pedimos que se trate verdaderamente el fracaso escolar; en L'Hospitalet ronda casi el 50%", dice Cabañas. El Margarida Xirgu, situado en el barrio de Collblanc, ha duplicado en dos años su tasa de alumnado inmigrante, de forma que este colectivo, en el que los suramericanos son mayoría, representa ya el 46% de los estudiantes.

Es la hora de patio y los chicos juegan y charlan en grupos. A esa hora dos hombres arreglan por fin el agujero de la reja por donde se colaron el jueves dos jóvenes y amenazaron a estudiantes. Una pareja de ecuatorianos baja la rampa del instituto y confirma que acaban de matricular a su hijo en el instituto. Empezará el curso que viene. Están convencidos de que, tras lo sucedido, habrá más control.

Un profesor sale escopeteado. Tampoco quiere dar su nombre, sólo pide que el instituto desaparezca ya de los titulares y hace un llamamiento a la calma: "El verdadero problema no está en la procedencia geográfica o cultural, sino en la situación familiar y social. El joven que es querido no tiene problemas escolares, ese joven no es conflictivo ni en el colegio ni en el barrio".

La próxima semana se reunirá el consejo escolar del IES Margarida Xirgu para tratar el asunto. El consejero de Justicia, Josep Maria Vallès, firmó ayer un convenio con 15 municipios para poner en marcha una prueba piloto de prevención de la violencia entre jóvenes. El barrio de Collblanc es uno de los elegidos.

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Sobre la firma

Ana Pantaleoni
Redactora jefa de EL PAÍS en Barcelona y responsable de la edición en catalán del diario. Ha escrito sobre salud, gastronomía, moda y tecnología y trabajó durante una década en el suplemento tecnológico Ciberpaís. Licenciada en Humanidades, máster de EL PAÍS, PDD en la escuela de negocios Iese y profesora de periodismo en la Pompeu Fabra.

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