Vacas pastando en el asfalto
Las 68 vacas pintadas por artistas integran el rebaño de la 'Cow parade' de Barcelona
Austeras. Encantadoras. De colores. En blanco y negro. Cachondas. Locas. Pop. Reflexivas. Admiradoras de la ciudad. Las 68 vacas de la Cow parade pintadas por artistas locales pastan desde ayer sobre el asfalto de Barcelona, donde permanecerán todo el verano, hasta la Mercè. Entonces serán subastadas y la recaudación se destinará al Casal dels Infants del Raval.
El colorido rebaño es una idea del escultor suizo Pascal Knapp, y llega a Barcelona, con su correspondiente sabor local, tras haber recorrido ciudades de medio mundo. Son vacas de tamaño natural, fabricadas en fibra de vidrio y poliéster, sobre las que los artistas han desplegado imaginación y originalidad.
Entre los peculiares lienzos figura el de Philip Stanton, pintado en alegres colores que dibujan un paisaje fresco con guiños a la cotidianidad; el beso que dos amantes pop se regalan en plena Vía Láctea, del diseñador Juste de Nin; el manto dorado que cubre la vaca de abundante cabellera realizado por el peluquero Lluís Llongueras; o el de la ilustradora Cristina Moreno, que ha convertido el lomo del animal en una divertida pizarra con mensajes de buen rollo. También hay vacas de los diseñadores Antonio Miró, Custo Dalmau y Txell Miras, del cocinero Ferran Adrià y de los artistas plásticos Alex Carr, Jaume García y Anna Esteban, entre otros.Unos más expresivamente que otros, los barceloneses reaccionaron con sorpresa y sonrisas ante las vacas. Y como siempre en estos casos, la respuesta más divertida fue la de los niños. Además de lanzar el muuu de rigor, 9 de cada 10 querían montar en ellas y el mismo porcentaje se agarraba a las tetas. Los mayores, muchos turistas, se dedicaron a hacer fotos.
Además, los ciudadanos se preguntaban por qué no hay vacas en el centro. "Yo soy del Raval, y allí no han puesto ninguna, con lo bien que quedarían al lado del gato de Botero", exclamaba un agente de seguridad del centro comercial Glòries. Además de en éste, las esculturas se concentran en los centros comerciales de la avenida Diagonal, en el de la Gran Via y el de los bajos del hotel Arts. Aparte de las dos ubicadas en el parque Central de Nou Barris, la del espigón del Bogatell y la de la plaza dels Àngels, instalada por el FAD con la idea de que la pinten los grafiteros, no hay ninguna en los puntos más céntricos.
La razón, explican fuentes del Ayuntamiento, es que la normativa del Instituto del Paisaje Urbano prohíbe instalar soportes o instalaciones en las zonas más céntricas. Si la ordenanza se ha aplicado en otros casos, argumentan, éste no será una excepción.
La instalación de vacas urbanas idénticas a las de la Cow parade hace cuatro años en Bilbao acabó como el rosario de la aurora, cuentan los portavoces de la organización del evento, que se financia con patrocinadores. Al parecer, el Ayuntamiento vizcaíno copió la idea sin saber que los derechos son propiedad de un holding, y la cosa acabó en los tribunales y con la retirada de las esculturas.
En Barcelona, el rebaño se ampliará en los próximos días. Uno de los ejemplares más esperados es el que ha creado Enric Aromí: mide cuatro metros de altura, se titula Cowlon y representa a una vaca señalando con el dedo como el descubridor de América. También en breve se colocarán rótulos con el título y el autor junto a cada vaca y se editará un plano-guía del conjunto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.