"El objetivo de matricularme en Humanidades era culturizarme"

Begoña Sobrín (Madrid, 1977) había querido siempre estudiar Historia, pero cuando terminó COU le hablaron de una carrera nueva que "tenía que ver con los libros y las bibliotecas" y se decidió por Biblioteconomía y Documentación. Cuando se licenció, todavía tenía la espinita clavada de no haber estudiado lo que ella siempre había querido y, como empezar Historia le parecía una "locura", se decidió, al fin, por matricularse en el segundo ciclo de Humanidades en la Carlos III. "El objetivo era aprender, culturizarme. Esta carrera está muy bien orientada hacia todos los temas. Te da un poco de todo: contabilidad, teatro, historia del siglo XX. Me parece esencial saber de política, de economía o, por ejemplo, de cosas tan básicas como qué es la ONU". Begoña Sobrín trabaja ahora en un archivo. "Desgraciadamente, es muy difícil colocarse habiendo estudiado sólo Humanidades, precisamente porque es poco especializada, aunque esto no le quite valor". Asegura que lo mejor de la carrera fueron los profesores. "Había uno de Historia, Rodríguez de las Heras, que explicase lo que explicase -aunque fuera el mecanismo de una bomba atómica- se te ponían los pelos de punta".