La integración bancaria europea es desigual, según un estudio

La integración bancaria en Europa no marcha al ritmo esperado. Ésta es la conclusión del Centre for Economic Policy Research (CEPR) en un estudio elaborado por la Fundación BBVA sobre los cambios del sector bancario desde 1997. Para el CEPR, la integración del sector -a pesar del impulso de su liberalización y de la introducción del euro- ha sido incompleta y poco lineal.

Las fusiones recientes de Santander y el británico Abbey, y los procesos en marcha del propio BBVA (OPA sobre la BNL) y de Unicredito, que ha mostrado interés en HVB, son la excepción. Las fusiones transeuropeas, asegura el estudio, son una minoría. El informe revela que un 64% de las fusiones europeas se han efectuado en el ámbito doméstico y sólo un 14% de ellas comprenden entidades en distintos países de los 15. De hecho, hubo más uniones -un 21%- entre bancos de la Unión y terceros países.

Este proceso de consolidación doméstica ha provocado un crecimiento importante en el tamaño medio de las entidades financieras. En España, el tamaño medio se ha triplicado, al pasar de un volumen de activos de 24.077 millones de euros en 1997 a los 78.560 millones en 2003, según el CEPR. Sin embargo, el tamaño de la banca española se mantiene por debajo de los 94.323 millones en activos que tienen de media los bancos de la UE.

El informe también subraya los beneficios de la penetración de la banca extranjera en los nuevos países de la UE así como el alto nivel de integración en capital riesgo. España, por su parte, es uno de los principales importadores de capital, con una gestión local.