El Bellas Artes de Bilbao programa este año la restauración de siete obras

El programa de restauración Zaindu del Museo de Bellas Artes de Bilbao ha elegido este año siete obras de distintos formatos y técnicas para su reparación a lo largo de 2005. Una de ellas, la que requiere una labor más compleja y de mayor tiempo, está ya en manos de los conservadores del museo. Se trata de La Sagrada Familia (siglo XVI), del pintor romano Giulio Romano, colaborador de Rafael.

Junto a La Sagrada Familia, pintada poco después del original de Rafael y que lo reproduce con gran fidelidad, serán restauradas por el equipo de la pinacoteca bilbaína La dama del Lebrel, un óleo sobre lienzo realizado por el belga Alfred Stevens en la segunda mitad del XIX; la tabla gótica Nacimiento de la Virgen, pintada al temple por el aragonés Blasco de Grañén; el óleo Paisaje (segunda mitad del siglo XIX), de Martín Rico y Ortega, y el dibujo a lápiz José María (1981), del pintor Antonio López. También se repararán otras piezas de los fondos de pintura vasca: Bufones jugando a los bolos, que pintó en 1868 Eduardo Zamacois y Zabala, y La danza (1970), del alavés Carmelo Ortiz de Elguea. Las piezas, una vez restauradas, serán presentadas al público en diciembre de este año.

La Sagrada Familia, un óleo sobre tabla de roble de grandes proporciones, se encuentra ya en proceso de restauración, un trabajo complejo que precisa de la colaboración de diversas instituciones, como el Museo del Prado, el Instituto del Patrimonio Histórico español y el belga. "Se trata de una bellísima obra de calidad extraordinaria", indicó ayer Ana Sánchez-Lassa, jefa del departamento de conservación del Bellas Artes, que presentó las obras que serán restauradas junto al alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, el director de la pinacoteca, Javier Viar, y el director de El Corte Inglés en Bilbao, Inocencio Gutiérrez,cuya entidad patrocina el programa Zaindu. Gutiérrez aprovechó para anunciar que la colaboración de la empresa con el museo bilbaíno se ha prorrogado hasta 2010.

Los daños más comunes en las obras elegidas consisten en agrietamientos en el barniz que cubre los cuadros y el amarilleamiento del mismo. También se notan deficiencias debidas al bastidor sobre el que están montadas. Los armazones deteriorados se retirarán y se procederá a un nuevo montaje. Sin embargo, cada pieza muestra un estado de conservación distinto. Por ejemplo, La Sagrada Familia, señaló Sánchez-Lassa, adolece de "muchas faltas pequeñas".

El óleo La dama del lebrel, de Stevens, que no ha sido mostrado nunca en Bilbao, presenta irregularidades y deformaciones en el lienzo y manchas de humedad. La obra sobre papel de Antonio López requiere un trabajo especial, al ser de un material "muy delicado". Por su parte, Paisaje, de Martín Rico, necesita más que nada una limpieza "superficial".