El CCCB descubre la mirada de la cultura islámica hacia Occidente

Los occidentales llevan varios siglos fascinados por Oriente, pero parece ser que a los orientales del mundo islámico no les ha sucedido lo mismo y no abundan las imágenes en las que se representa el mundo occidental. Ésta es, según Josep Ramoneda, "la principal sorpresa de la exposición Occidente visto desde Oriente, que hasta el 25 de septiembre puede verse en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB). La exposición reúne 215 piezas muy dispares, desde varios ejemplares de una geografía de Europa escrita en el siglo XII por el sabio árabe nacido en Ceuta Al-Idrîsî hasta el polémico vídeo Dirty kuffar (Sucios infieles,) de Sheikh Terra, extraído de Internet. El comisario de la exposición, el escritor tunecino Abdelwahab Meddeb, advierte que "no es una exposición histórica. La selección se ha realizado en función de que las obras nos permiten reflejar el momento actual. En este sentido, las piezas no están elegidas en función de su representatividad, sino porque permiten establecer una genealogía de estas miradas".

La exposición, que está coproducida por la Fundación Bancaja, en cuya sede en Valencia se presentará entre octubre y enero, se divide en siete grandes apartados que abordan desde las cruzadas hasta el desencuentro actual. En cada uno de estos apartados se confronta la mirada del pasado con la que han realizado expresamente para la exhibición artistas contemporáneos como los iraníes Marjane Satrapi, Khosrow Hassanzadeh y Shadi Ghadirian; el argelino Zoulikha Bouabdellah; los marroquíes Mohamed el Baz, Bouchra Khalili, Touhami Ennadre y Mohamed el-Baz; la tunecina Jellel Gasteli, o el sudanés Hasan Musa. Además, en cada ámbito se presenta un fragmento de las entrevistas que, a partir del tema de la exposición, se han realizado a los escritores Huda Barakat, Nilüfer Gole, Sorur Kasmai, Salah Stétié y Daryush Shayegan.

Destaca la belleza de los muchos libros ilustrados que pueden verse en la muestra, en la que también se explican algunas historias curiosas, como la de la princesa de Zanzíbar, Sayyida Salme, que se casó con un alemán y cambió su nombre por el de Emily Ruete. Con todo, es el último apartado, titulado La guerra de imágenes, el más impactante. Lo conforman, entre otras piezas, fotografías con pintadas sobre las torturas de Abu Ghraib en Teherán, un vídeo en el que a ritmo de rap caribeño se hacen presuntas proclamas terroristas o una instalación sobre la imagen que tenemos del terrorista.