El puente del Congost ya vuela sobre el mar de asfalto
Al puente del Congost del Besòs, que unirá los barrios de Vallbona y Torre Baró de Barcelona, le falta sólo un empuje. Literalmente, porque el viaducto se ha construido con el sistema modular por el que primero se levantan los pilares y a continuación se colocan y empujan una a una las piezas de hormigón. Con casi 200 metros de longitud y dos niveles, uno para vehículos y otro para bicicletas y peatones, el puente es una vieja reivindicación de los 850 vecinos de Vallbona, que para ir hasta Torre Baró para comprar y coger el tren de cercanías que les acerca al centro de la ciudad llevan décadas utilizando dos insalubres túneles o bien haciendo una excursión sorteando un mar vías de tren y de asfalto, el de las autovías C-17, C-58 y C-33. La última fase de la construcción del puente se ha desarrollado durante la última semana y ha requerido pequeñas restricciones nocturnas de tráfico.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.