Los expertos creen que las sedaciones mal aplicadas aceleraron las muertes
El trabajo de la comisión de expertos, cuya extensión es de cuatro tomos y que ha sido remitida al juez, ha sido resumida en un documento de 28 páginas que la Consejería de Sanidad no ha hecho público. Este documento analiza y compara numerosas variables (síntomas previos al fallecimiento, causa última de la muerte, fármacos y dosis utilizados) y extrae una conclusión principal: las sedaciones mal aplicadas aceleraron la muerte de los pacientes. El informe también dice que en 39 casos la sedación no estaba indicada, según los síntomas que sufría el enfermo, aunque no detalla estos síntomas ni el por qué de su no indicación.
Los expertos comparan las muertes de 59 pacientes a los que supuestamente se aplicó mal la sedación -el informe las denomina "sedaciones inadecuadas, por el empleo de combinaciones de diversos fármacos, dosis excesivas y vías e intervalos de tiempo de administración no correctos"- con 34 enfermos a los que la sedación fue bien aplicada (el informe habla de "sedaciones adecuadas, realizadas con fármacos correctos, en dosis equilibradas y adecuada administración").
Enfermedad base
En 21 de estos últimos 34 casos (un 62%), la causa última de la muerte fue la enfermedad de base que sufría el paciente, mientras que otros nueve (un 26%) murieron por su enfermedad y por la sedación combinados. En cuatro pacientes (un 12%) la causa de la muerte fueron los efectos de la sedación.
Estos porcentajes cambian en las 59 sedaciones supuestamente mal aplicadas. En estos casos, 15 enfermos (un 25%) murieron sólo a causa de su enfermedad, 24 (un 41%) lo hicieron por la enfermedad y los efectos de la sedación combinados, y 20 más (un 34%) fallecieron sólo a causa de los efectos de la sedación.
El informe dedica su última parte a analizar los fármacos utilizados. Éstos son tres: el dormicum, el tranxilium y la morfina. El primero era el recomendado por la dirección del hospital Severo Ochoa, mientras numerosos médicos de urgencias preferían el tranxilium.
El informe establece que existe una relación entre el número de fármacos utilizados y la aceleración de la muerte. Así, un 64% de los pacientes a los que se aplicó sólo un fármaco no murieron por la sedación. Este porcentaje baja al 44% entre los que recibieron dos fármacos y a un 17% entre los que recibieron tres.
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