La policía investiga si el suicidio de una chica en Alicante se debió al acoso escolar
Los padres denunciaron hace cinco meses a varias compañeras por agredirla
Una alumna de 4º de ESO del colegio Sagrada Familia de Elda (Alicante), de 16 años, se suicidó el martes al lanzarse desde un puente. Algunos familiares y amigos aseguran que la chica era objeto de insultos por parte de otras compañeras de clase. Hace cinco meses sus padres presentaron denuncia ante la policía, que trasladó el asunto como lesiones a la Fiscalía de Menores. La dirección del centro no abrió expediente disciplinario a las presuntas agresoras ni informó a la Inspección de la Consejería de Educación. Tras el suicidio de la adolescente, la policía investiga el caso.
En la tarde del martes, tras la salida del colegio y una visita posterior al dentista, la adolescente se precipitó al vacío desde un puente de 25 metros de altura, en las inmediaciones del centro escolar. Fue trasladada aún con vida al hospital de Elda, donde falleció pocas horas después. Testimonios de su entorno familiar y compañeros de colegio aseguran que la adolescente era objeto de un supuesto acoso escolar por parte de otras compañeras de clase, en palabras de esos testigos. "La insultaban, le llamaban empollona y le amenazaron de muerte con frecuencia", subrayó ayer un grupo de compañeras a las puertas del tanatorio.
Los padres de la adolescente denunciaron hace cinco meses en la comisaría de Elda que varias compañeras pegaron, insultaron y amenazaron a su hija a la salida del colegio, llegando incluso a tirarla de su motocicleta.
La comisaría trasladó el expediente como un caso de lesiones a la Fiscalía de Menores, según fuentes próximas a este último órgano. El expediente no contenía ninguna referencia a amenazas, insultos o acoso. El comisario de Elda, Ignacio Gómez, dijo ayer que lo ocurrido en diciembre fue "una agresión entre chiquillas".
En el colegio Sagrada Familia, privado en los niveles de educación Infantil y Bachillerato y concertado en el resto, estudian 800 alumnos. Su director, Ignacio Bleda, intentó quitar hierro al asunto. En primer lugar lamentó lo sucedido, reconoció que hubo agresiones y que los padres presentaron una denuncia. En aquella ocasión los tutores "hablaron con los padres implicados para que buscaran una solución". La dirección no abrió expediente disciplinario a las supuestas agresoras ni trasladó el asunto a la Consejería de Educación de la Generalitat valenciana. Bleda aseguró que no tenía constancia de que se hubieran repetido los incidentes. El consejero de Educación de la Comunidad Valenciana, Alejandro Font de Mora, ratificó que su departamento no tenía comunicación alguna sobre el caso, "ni por parte del centro ni de la familia", matizó.
La insistencia de los compañeros y familiares de la joven en la prolongación de los supuestos insultos y amenazas ha llevado a la policía a orientar la investigación hacia un posible caso de acoso escolar.
"Me he enterado por mi hijo, que también estudia en el mismo colegio, de la muerte de mi sobrina. Mi hijo me ha dicho que otras tres compañeras la acosaban", declaró María Cuesta, tía de la pequeña fallecida, que insistió en que se investigue en esa dirección.
Las compañeras de clase de la joven no supieron concretar si en las últimas semanas se habían registrado nuevos insultos o amenazas. "Eso da igual, ella lo llevaba muy dentro y esas cosas no se olvidan", comentó otra compañera de clase. El grupo de amigas, entre lágrimas y rabia contenida, esbozaron un emocionado semblante de su condiscípula desaparecida: "Era buena estudiante, algo tímida e introvertida". Y estaba organizándonos la cena de final de curso", dijeron.
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