¿A dónde va Valencia?
Leo con estupor que Valencia rechaza un sistema de alquiler de bicicletas aceptado por otras ciudades españolas y europeas. Esto vuelve a confirmar las opiniones más tristes y pesimistas sobre la política y los políticos valencianos. Valencia está perdiendo muchos trenes del progreso: el desarrollo de una ciudad sostenible y habitable, con fomento de transporte colectivo y de bicicleta (que nuestros políticos paletos, con sobrepeso por tanto uso del coche, viajen por Europa para que vean cómo son ciudades modernas, democráticas y ecológicas), con uso racional de energía solar y un control eficiente de todo tipo de contaminación. En lugar de esto: vertederos incontrolados, ruidos hasta la locura, un urbanismo feo y deplorable y derroche, mucho derroche, de energías no renovables. Quizá no hay solución a tanto embrutecimiento, corrupción e ignorancia. La única receta, por desgracia a largo plazo, es: leer más, viajar más y empezar a pensar..
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